jueves, 23 de diciembre de 2010

Espinilleras en los entrenamientos... por qué no?

Muchas veces pasa que esta visto como algo exagerado entrenar con espinilleras, porque se suele decir que para entrenar no es necesario. Somos todos compañeros y aquí no hay mal rollo, dicen, no nos vamos a hacer daño entre nosotros… Y yo les creo, pero todos los entrenamientos suelen terminar en un partidillo, que aunque sea de menor exigencia que uno normal, sigue siendo un partido de fútbol con todas su consecuencias.
Esto quiere decir que es posible recibir accidentalmente un golpe, el lugar más común es en la espinilla… y dueleee De lo más doloroso que se puede sufrir es un golpe en la espinilla, y el dolor no sabe si es un partidillo de entrenamiento o un partido oficial, les aseguro. Cualquiera que juegue o haya jugado alguna vez a este maravilloso deporte sabe bien de lo que hablo, sin embargo casi nadie toma precauciones en los entrenamientos al respecto.
De la misma manera podría hablar de los que toman precauciones como el vendaje de los tobillos antes de los partidos, para evitar posibles torceduras o al menos evitar que sea peor. Que pasa? En los entrenamientos no nos podemos doblar un tobillo? Parece que la palabra entrenamiento envuelve a quienes participan de una especie de inmunidad física que en la práctica no existe y, si bien es cierto que las lesiones ocurren generalmente en los partidos, lleva a muchos jugadores a lesionarse o a sufrir golpes dolorosos.
Cada deporte tiene sus riesgos y sus practicantes deben respetarlos en todo momento, porque además de un tema deportivo es un aspecto de cuidado físico. A nadie le gusta estar por casa con dolor o no poder ir a trabajar por tener un esguince. Cuidarse no es de “flojitos”, es de listos… el mismo listo que te puede dar una palmadita por la espalda y decirte “si te hubieses puesto espinilleras…”
Ah, yo uso espinilleras… para arbitrar todavía no, pero nunca se sabe.

El "GEN" competitivo.

Todos los que practicamos algún deporte conocemos esa diferencia entre jugar y competir, que aunque parezca que es lo mismo no lo es, y se diferencia en la tolerancia que se tiene a la presión. Esta hace que la concentración suba o baje y sus consecuentes errores o ausencia de ellos.
Porqué hay tanta gente que practica deporte que cuando lo hace entre amigos juega a un buen nivel, y cuando juega por un campeonato comete más errores que aciertos? Y al contrario, gente que no se luce tanto en los entrenamientos o en las pachangas pero se transforma en competición?
Saber competir no es solamente saberse las reglas del juego, tener un estado físico apropiado, tener calidad técnica o una buena estrategia, es también tener confianza en ganar, querer ganar y saber convertir la presión de la competencia en concentración para nuestro juego. Este “GEN COMPETITIVO” es principalmente heredado, producto de la educación que cada uno ha recibido de pequeño y de las experiencias que a cada uno le haya tocado vivir, ya que hablamos de características personales y es algo que no se puede entrenar.
Cuantas veces ha pasado en los deportes de equipo que coinciden el deportista competitivo con otro que no lo es! En peñas, en pádel, en baloncesto, cuando este choque se produce dentro del propio equipo el problema esta garantizado. El competitivo verá a este compañero con una actitud de pasotismo o dejadez que encenderá la mecha de la recriminación, el enfrentamiento y seguramente el resultado final no solo será la derrota deportiva sino que llegará a lo personal.
Cada uno es como es y tenemos que aceptarnos como somos, igual de mal esta exigirle a uno que no se tome las cosas tan enserio, como presionar a alguien que no cree que las cosas se deban de tomar así. Conocer a los compañeros que tenemos en nuestro equipo, saber como piensan, como se sienten cuando salen a jugar un partido, va a ayudar a darnos cuenta lo que podemos esperar de cada uno y en qué medida le podemos exigir. Lo que llamaría el entrenamiento fuera del entrenamiento.
Ejem, finalmente aclarar que el dichoso “gen” no existe como tal… Es solo una expresión metafórica, aunque si se pudiese producir mandaría a unos cuantos a hacerse transfusiones jejeje.