lunes, 29 de marzo de 2010

La confianza del jugador.

La semana pasada tuve la oportunidad de compartir con ustedes la opinión de Michael Jordan acerca de lo que para él era importante para ser competitivo. Nadie puede dudar que MJ es un icono para la historia del deporte y lo que dice bien merece todo nuestro respeto. Hoy quiero profundizar en el punto 2 de sus reglas para ser competitivo: “La confianza”.
Todos los que jugamos al fútbol sabemos cuando sentimos confianza en lo que hacemos o en lo que vamos a hacer, y luego recogemos los resultados en consonancia con dicha confianza. Recordemos lo que dice MJ: “Tener confianza de que lo puedes hacer. Si se tiene el 100% de la confianza de que puedes hacer algo, la mayoría de las veces lo harás”. Es totalmente cierto, pero para ello debes tener el 100% de la confianza y eso significa que no depende solo de ti. Me explico, en un juego de equipo la confianza nunca es individual. Si bien es cierto que el jugador puede poner toda su confianza en hacer algo o intentar hacerlo, esta depende de factores externos. Si tu te sientes seguro de hacer algo pero tus compañeros no lo creen así, puede que tu confianza baje. Es imposible que alguien tenga la confianza en un 100% si todo lo que le rodea no tiene confianza en él.
La falta de confianza del ambiente en el que se rodea el jugador, tarde o temprano termina haciendo mella en la confianza del mismo. De esta manera, el jugador va perdiendo confianza paulatinamente hasta quedar reducido a la mínima expresión. Además el jugador comenzará a estar más atento de los errores que cometa, por miedo a las criticas que reciba de su alrededor y no se preocupará en los aspectos positivos de su juego. Si éstas críticas continúan con el tiempo, no sólo no tendrá confianza en si mismo sino que su juego será cada vez peor, planteándose incluso dejar el deporte. Por otro lado puede llegar a trascender el deporte y llegar a lugares más personales de la persona, según sea el caso y la personalidad del deportista.
La confianza es energía, y en un deporte colectivo como el fútbol tiene una importancia básica. ¿Quien no ha llegado alguna vez con muchas ganas de jugar un partido de fútbol y se encuentra con un equipo que está desmotivado y juega en el campo (como sin ganas)?. Seguro que esa energía que traía el jugador se transforma en mal humor y posiblemente en un “choque” con algún compañero. De la misma forma ocurre al contrario. Llegar sin ganas de jugar y sentir que el ambiente del partido te envuelve y ponerte a jugar como si fuese el último partido de tu vida.
La confianza es algo que necesita alimentarse desde fuera. Los niños que juegan al fútbol, que estudian, que hacen tareas en casa, etc., necesitan ser recompensados por sus acciones con la sonrisa cómplice de sus padres, con un beso, con un gesto de aprobación… No sólo hay que estar encima de ellos cuando cometen los errores, también hay que saber transmitir que estamos orgullosos de su acciones positivas. Esto genera ni más ni menos que confianza, y esto es algo que necesitamos alimentar toda nuestra vida. Los padres al comienzo, y poco a poco iremos conociendo personas que nos importan lo suficiente como para tomar en cuenta sus aprobaciones o sus desaprobaciones. Al mismo tiempo nosotros estaremos apoyando o no las acciones de quienes nos rodean, y puede que alguien nos tome mas en cuenta que a los demás. La confianza es el motor de nuestro juego.

jueves, 25 de marzo de 2010

Reglas para ser competitivo según Michael Jordan.

Michael Jordan es uno de los mejores deportistas de la historia, y en el número 141 de la revista GOLFDIGEST, da unas reglas para ser competitivo. Si bien MJ fue jugador de baloncesto, el dice que en el plano mental tiene muchas cosas en común con el golf. Y yo digo que casi con cualquier deporte, incluido el fútbol. Vamos a verlo.
1) “Concéntrese en las cosas pequeñas. Muchas pequeñas hacen una grande.” Por ejemplo, entrenar pases y chutar a portería con la pierna “mala”, aprender a cabecear, etc. Dominar esas pequeñas cosas hacen un jugador mas completo.
2) “Tener confianza de que lo puedes hacer. Si se tiene el 100% de la confianza de que puedes hacer algo, la mayoría de las veces lo harás”. Esto pasa en el fútbol, en cualquier deporte y hasta en la vida. La confianza aumenta la seguridad y la concentración en lo que hacemos, como si nos apostásemos a que lo podemos hacer. Por ejemplo en el lanzamiento de un penalti o al realizar un pase largo a un compañero.
3) “No piense en el premio, piense en el trabajo. Prepararse, entrenar, perfeccionar, y luego llegarán los premios”. Esto es básico!! Y pueden preguntárselo al Madrid. Todo el año pensando en la final y terminan a la mitad del camino. Cada cosa a su tiempo y desde luego que el premio es lo último que hay que ponerse como objetivo. Esto, a mi modo de ver, vale para todo lo que hacemos en la vida.
4) “Hágalo simple”. Intentar hacer lo que sabemos que hacemos bien aumentará nuestra confianza, principalmente al principio de los partidos. Con la confianza a tope puede que salgan más cosas. El aumento de la confianza de cada integrante del equipo hace que este se vea reforzado. Si cada jugador hace lo que sabe hacer bien, el equipo lo hará bien.
5) “Controlar las emociones”, hasta que acabe el partido. A veces jugar muy bien una parte del partido, hace creer que la situación esta controlada e inconscientemente se baja el ritmo, dándole al rival la oportunidad de crecerse. Festejar en exceso un gol, puede sacar a un jugador o al equipo del partido por unos instantes. El objetivo es la victoria y el gol es un medio para alcanzarla.
6) “Utilizar los errores para motivarse a trabajar mas duro”. Otro aspecto que considero básico en el deporte y en la vida. Equivocarse para aprender, tropezarse para levantarse. No obsesionarse con el error, pero si con el trabajo para no volver a cometerlo.
7) “Me encanta hablar mal y hay todo un arte en sacarle ventaja de manera competitiva. Hablar con tacos y todo eso es un medio de obtener confianza y, hablar a la mente de tu oponente mientras esta intentando hacer cosas y presionarle un poco.” Lo que se dice comúnmente sacarlo del partido. El factor psicológico entra en escena. Extrafútbol puro y duro. Ya en mi nota de “los provocadores y sus víctimas” hablé bastante del tema. Dice MJ que el “no habla mal degradando a la gente ni se mete con sus padres ni nada”, pero seguro que MJ no dudaría en hacerlo, aunque después se disculpe al terminar el partido. Al terminar el partido dejamos de competir, nos comportamos como personas educadas. Cada cosa en su sitio.
8) “Estar nervioso no es algo malo. La clave esta en que los nervios desaparezcan cuando comienza el partido y se empieza a hace lo que se sabe”. Los nervios son indirectamente proporcionales a la confianza. A mas confianza menos nervios y viceversa. Tiene menos nervios el que ha estudiado para un examen que el que solo va con chuletas.

Espero que les halla gustado, a mi me resultó fascinante y estoy totalmente de acuerdo con este prodigio del deporte. Esta filosofía, además de sus condiciones atléticas fue lo que lo llevó a ser lo que es, una leyenda.

jueves, 11 de marzo de 2010

Los penaltis 2ª parte.

Hace un tiempo he visto en un documental algo muy curioso. Hablaba de la ciencia de los penaltis. Demostraba que en más de un 80% de los lanzamientos, el balón iba dirigido en la dirección que indicaba el pie de apoyo del lanzador. Después de eso, me puse a mirar lanzamientos de penaltis y comprobé con asombro que era verdad.
La cuestión es que todo pasa por una cuestión de equilibrio corporal. Cuando el lanzador decide enviar el balón a la derecha, por ejemplo, el golpeo del balón lleva a que su cuerpo se desplace de manera natural hacia la derecha. Lo mismo pasa si se decide lanzar a la izquierda o al centro. Lo primero que delata la intención del lanzador es su pie de apoyo, pues este se prepara para equilibrar el cuerpo luego del tiro.
Los jugadores con más técnica y con mucho entrenamiento, pueden disparar evitando que el pie de apoyo les delate. A pesar de todo, siempre tienen más posibilidades de fallar pues requiere un gesto antinatural de desplazamiento del equilibrio del cuerpo. Compruébenlo!! Intenten tirar un penalti hacia un palo con el pie de apoyo apuntando al palo contrario.
La “paradinha”. Quizás, que yo recuerde, el precursor de la famosa forma de tirar penaltis fue un jugador brasileño de los 80’s, el Dr. Sócrates. Lo de Doctor es porque además de jugador de fútbol era médico. El Dr. Llegaba casi andando hasta el balón, luego apoyaba su pie izquierdo al lado del balón y retrasaba su pierna derecha para soltar un pepinazo. Se puede ver en el mundial del 86 en el partido que ganó Brasil 4 a cero a Polonia.
Las distintas variantes de paradinhas se basan principalmente en el engaño al portero. La variación de la velocidad del lanzador puede hacer que el portero se mueva de su posición, dejándole al lanzador una clara elección de donde tirar el balón (cosa que no pasaba con Sócrates que las colgaba de la escuadra; ver en youtube). Resulta que quedó demostrado que la paradinha es una forma muy vistosa de lanzar penaltis, como el estilo Panenka, pero con un porcentaje mas bajo de acierto que el penalti tradicional. Principalmente porque los factores de riesgo se multiplican. Además de la técnica y la fuerza que se debe de tener para patear un balón a corta distancia, el lanzador parte con la desventaja (en la mayoría de los casos) de no saber donde dirigir el tiro. El mismo se decide en función de los movimientos del portero y eso requiere una improvisación en décimas de segundo que puede llevar al fallo. Principalmente si el portero no se mueve ante la paradinha del lanzador. Además, siempre es más difícil golpear el balón con 2 pasos de carrerilla que con más. Tiene además el riesgo añadido de que si se falla un penalti con paradinha o a lo Panenka, es más avergonzante y objeto de más burla que en el fallo tradicional. Preguntarle a Casquero jugando con el Getafe el año pasado en el Bernabeu!
Por último decir que la zona de la portería más receptiva para el gol, es la zona central. Más precisamente a la altura de la cabeza del portero. Esto se debe a que es más fácil para el lanzador si tiene una referencia a lo que lanzarle el balón. Como en casi un 95% de las veces, el portero se mueve lo suficiente como para no poder detener dicho lanzamiento. Aunque a veces algún portero se queda en el sitio y lo para, como por ejemplo Munúa hace 2 semanas en el partido Málaga – Xerez.
Este estudio no tiene en cuenta ningún factor extrafutbol ni el cansancio.

viernes, 5 de marzo de 2010

Los penaltis (parte uno)

Los penaltis son de esas cosas en el fútbol que para el aficionado, es bastante fácil. Pero son muchos los factores que inciden en la situación de lanzamiento de penalti. Casi todas recaen sobre el lanzador, ya que se asume como normal que un penalti acabe en gol. Esto libera de responsabilidad al portero y se la carga al lanzador.
El juego psicológico del fútbol (el extrafútbol) entra en escena. El lanzador es afectado por múltiples factores tales como, los ambientales, el público, la experiencia del portero y lo que el lanzador piensa de él, el desempeño del lanzador durante el partido hasta el momento del lanzamiento, la confianza que tienen sus compañeros y el entrenador, la presión del partido (lo que se juegue el equipo en ese partido), la experiencia del lanzador y el cansancio.
Los ambientales refieren al estado del campo. No es lo mismo chutar un penalti en un campo embarrado, en donde el lanzador tenga miedo de patinar en el momento del lanzamiento, que en otro en perfectas condiciones. Esa desconfianza puede llevar al error.
El público, en caso de haberlo, puede motivar y alentar al lanzador o todo lo contrario. Algunos equipos ubican astutamente a sus simpatizantes detrás la portería para distraer al lanzador rival. Es que todo lo que pase detrás de la portería puede distraer al lanzador y provocar el error. Como ejemplo esta la NBA. Cuando el rival lanza un personal, todo el público local detrás de la canasta, no para de hacer ruido, mover los brazos y hacer todo tipo de cosas para que el lanzador falle. En cambio cuando lanza el local, todo el mundo quieto y callado como en un entierro. Por eso que cuando el local lanza un penalti, lo mejor que puede hacer el público es apartarse de la portería en lugar de ponerse detrás.
La experiencia del portero y esa capacidad de adivinar la intención del lanzador, observando el lugar de la portería a donde se dirigen sus miradas. Buscar que el lanzador se ponga nervioso, demorando la ejecución con truco de extrafútbol como atarse el calzado por ejemplo. Todo tiempo que logre demorar es tiempo que puede poner nervioso al lanzador. Mirarle a los ojos de cerca, decirle cosas que lo saquen de su concentración. Como CESAR (portero del Valencia) le dijo a FORLÁN: “tíralo fuera”. Esa tontería hizo que Forlán tirara el penalti al centro de la portería, cosa que nunca hace! A lo mejor no tenía toda la seguridad necesaria para tirar como siempre. Tener un portero delante, que el lanzador reconoce como bueno, es más presión para el lanzador que sabe que tendrá que ajustar su tiro con el riesgo que ello conlleva.
Un lanzador al que el partido le esta saliendo redondo, tendrá mucha confianza a la hora de chutar un penalti. Pero si no está teniendo uno de sus mejores días, puede que el penalti sea una responsabilidad que no desee asumir. Al mismo tiempo, si no tiene compañeros que le estén discutiendo la posibilidad de tirarlo y con un entrenador que le apoye, puede que le sea más fácil. Nada peor que tener a varios compañeros discutiendo para tirar el penalti, o a un entrenador que elija a alguien que no este bien visto por el resto de los compañeros para esa responsabilidad. Por eso los penaltis hay que entrenarlos. Además le dará al entrenador una pista de quien puede tomar la responsabilidad según sea el momento. No es lo mismo tirar un penalti cuando ya se va ganando por 3 goles, que cuando va a decidir una eliminatoria.
Claro que el cansancio es un factor a tener en cuenta, pero lo considero mínimo. Es mi opinión, porque un jugador motivado y lleno de confianza patea un penalti con la cabeza si hace falta. El cansancio existe, pero en la mayoría de los casos es la cabeza que dice hasta donde se puede.
La fortaleza mental de un lanzador de penaltis es lo que hace la diferencia en un especialista.