jueves, 23 de diciembre de 2010

Espinilleras en los entrenamientos... por qué no?

Muchas veces pasa que esta visto como algo exagerado entrenar con espinilleras, porque se suele decir que para entrenar no es necesario. Somos todos compañeros y aquí no hay mal rollo, dicen, no nos vamos a hacer daño entre nosotros… Y yo les creo, pero todos los entrenamientos suelen terminar en un partidillo, que aunque sea de menor exigencia que uno normal, sigue siendo un partido de fútbol con todas su consecuencias.
Esto quiere decir que es posible recibir accidentalmente un golpe, el lugar más común es en la espinilla… y dueleee De lo más doloroso que se puede sufrir es un golpe en la espinilla, y el dolor no sabe si es un partidillo de entrenamiento o un partido oficial, les aseguro. Cualquiera que juegue o haya jugado alguna vez a este maravilloso deporte sabe bien de lo que hablo, sin embargo casi nadie toma precauciones en los entrenamientos al respecto.
De la misma manera podría hablar de los que toman precauciones como el vendaje de los tobillos antes de los partidos, para evitar posibles torceduras o al menos evitar que sea peor. Que pasa? En los entrenamientos no nos podemos doblar un tobillo? Parece que la palabra entrenamiento envuelve a quienes participan de una especie de inmunidad física que en la práctica no existe y, si bien es cierto que las lesiones ocurren generalmente en los partidos, lleva a muchos jugadores a lesionarse o a sufrir golpes dolorosos.
Cada deporte tiene sus riesgos y sus practicantes deben respetarlos en todo momento, porque además de un tema deportivo es un aspecto de cuidado físico. A nadie le gusta estar por casa con dolor o no poder ir a trabajar por tener un esguince. Cuidarse no es de “flojitos”, es de listos… el mismo listo que te puede dar una palmadita por la espalda y decirte “si te hubieses puesto espinilleras…”
Ah, yo uso espinilleras… para arbitrar todavía no, pero nunca se sabe.

El "GEN" competitivo.

Todos los que practicamos algún deporte conocemos esa diferencia entre jugar y competir, que aunque parezca que es lo mismo no lo es, y se diferencia en la tolerancia que se tiene a la presión. Esta hace que la concentración suba o baje y sus consecuentes errores o ausencia de ellos.
Porqué hay tanta gente que practica deporte que cuando lo hace entre amigos juega a un buen nivel, y cuando juega por un campeonato comete más errores que aciertos? Y al contrario, gente que no se luce tanto en los entrenamientos o en las pachangas pero se transforma en competición?
Saber competir no es solamente saberse las reglas del juego, tener un estado físico apropiado, tener calidad técnica o una buena estrategia, es también tener confianza en ganar, querer ganar y saber convertir la presión de la competencia en concentración para nuestro juego. Este “GEN COMPETITIVO” es principalmente heredado, producto de la educación que cada uno ha recibido de pequeño y de las experiencias que a cada uno le haya tocado vivir, ya que hablamos de características personales y es algo que no se puede entrenar.
Cuantas veces ha pasado en los deportes de equipo que coinciden el deportista competitivo con otro que no lo es! En peñas, en pádel, en baloncesto, cuando este choque se produce dentro del propio equipo el problema esta garantizado. El competitivo verá a este compañero con una actitud de pasotismo o dejadez que encenderá la mecha de la recriminación, el enfrentamiento y seguramente el resultado final no solo será la derrota deportiva sino que llegará a lo personal.
Cada uno es como es y tenemos que aceptarnos como somos, igual de mal esta exigirle a uno que no se tome las cosas tan enserio, como presionar a alguien que no cree que las cosas se deban de tomar así. Conocer a los compañeros que tenemos en nuestro equipo, saber como piensan, como se sienten cuando salen a jugar un partido, va a ayudar a darnos cuenta lo que podemos esperar de cada uno y en qué medida le podemos exigir. Lo que llamaría el entrenamiento fuera del entrenamiento.
Ejem, finalmente aclarar que el dichoso “gen” no existe como tal… Es solo una expresión metafórica, aunque si se pudiese producir mandaría a unos cuantos a hacerse transfusiones jejeje.

martes, 23 de noviembre de 2010

Tocar el balón no es garantía de impunidad.

Una de las creencias más asumidas en el mundo del fútbol, es la de que un defensor que realice una entrada y toque primero el balón, no será sancionado con falta si luego arrolla o golpea al rival. Es decir, si toca el balón primero todo lo que pase después no se castiga.
El reglamento del fútbol en su regla Nº12 distingue entre infracciones imprudentes, temerarias y con uso de fuerza excesiva, por orden de gravedad respectivamente. Por ejemplo las acciones “temerarias” dice textualmente: “…que el jugador realiza una acción sin tener en cuenta el riesgo o las consecuencias para su adversario”. Como ven no dice nada de exculpar al jugador si toca el balón antes del contacto al rival. Queda entonces a criterio del árbitro el poner el listón de cuando una acción es lo suficientemente fuerte como para pitar y sancionar con tarjeta amarilla o roja según crea conveniente.
Todos hemos visto alguna vez entradas fuertes que aún tocando el balón primero, lesionan al rival con el golpe que se produce inmediatamente después. Principalmente esas entradas a ras de suelo a toda velocidad, en donde el riesgo de golpear al rival es alto y que en caso de no tocar el balón podría ser perfectamente tarjeta roja.
Si bien es cierto que esa ley no escrita de la impunidad a condición de tocar el balón seguirá primando en el fútbol, puede que con buen criterio el árbitro pite falta y saque tarjeta contra aquel jugador que realiza una acción temeraria o con uso de una fuerza excesiva, aún tocando el balón antes que al rival.
Así pues, a no sorprenderse si algún día pasa esto, que dependerá de la acción en si y del criterio que el árbitro adopte, debiendo velar principalmente por la integridad física de los jugadores.

Árbitro, PLANCHA!!!

Uuff… Grito de guerra en todos los campos de fútbol cuando un jugador juega el balón con el pie más arriba de lo normal. Veo principalmente que la mayoría confunde, “o quiere confundir”, algunos conceptos que me parece conveniente aclarar. Jugar el balón o realizar una entrada en forma de plancha significa que el jugador tiene como primera zona de contacto, con el balón o con el rival, los tacos de su calzado. Lo que se pita nunca es plancha sino juego peligroso o falta según sea el caso.

Juego peligroso, como la palabra lo dice, es toda aquella forma de jugar el balón que el árbitro considere riesgosa para la integridad del rival y no necesita del contacto entre los jugadores para ser sancionada, lo que deriva en tiro libre indirecto en contra del infractor. Es decir, que un jugador puede jugar el balón con el pie a la altura de las luces del campo, siempre y cuando el árbitro entienda que no supone un riesgo para el rival, y esto incluye el jugar el balón con los tacos.

El juego peligroso se transforma en falta con tiro libre directo cuando existe contacto entre los jugadores, por ejemplo, cuando un jugador golpea la cabeza de un rival al intentar realizar una “chilena”. El árbitro tomará la medida disciplinaria que crea oportuna según sea el caso, aunque el reglamento es especialmente claro para el caso de las entradas con los 2 pies por delante en forma de plancha, en cuyo caso se castiga con tarjeta roja por juego brusco grave.

Especial énfasis quiero hacer en el criterio del árbitro quién es el que debe tomar la decisión, aunque esta claro que no conformará a todos ya que el Fair Play es bueno si es a nuestro beneficio. Particularmente me conformo con haber puesto un hilo de luz en las sombras de la pasión, esa que a veces no nos deja entender las cosas que están pasando.

jueves, 28 de octubre de 2010

El liderazgo empieza y termina en el Entrenador.

Todos sabemos que en el fútbol juegan los jugadores, pero por múltiples factores el primer responsable de la derrota es siempre el entrenador aunque no tanto en las victorias. Por algo siempre se destituye al entrenador cuando un equipo va mal y no siempre los triunfos garantizan su continuidad en el cargo.
Alguien dijo alguna vez: “el fútbol es un estado de ánimo”, y los que escucharon eso al principio reían, pero poco a poco se fueron dando cuenta de que es absolutamente cierto. Una plantilla motivada, repleta de confianza y unida tiene ½ partido ganado, porque cada partido se juega primero contra uno mismo y después contra el rival. Un jugador que tiene ganas de ganar, que tiene confianza en poder hacerlo y cree en sus compañeros, es lo que tiene que lograr un entrenador. Ya puede un jugador tener una calidad sobresaliente, ensayar estrategias, entrenar el físico, entrenar táctica, pero si no se tiene una actitud positiva difícilmente las cosas salgan adelante.
Es tal la trascendencia de este “estado de ánimo” que algunos equipos y selecciones nacionales han incluido dentro de su staff técnico a un psicólogo, aunque en general son todavía la excepción de la regla. Generalmente es el entrenador el encargado de mantener este aspecto del equipo en lo más alto, y no es coincidencia que los más exitosos son los que triunfan deportivamente.
Pero antes de poder motivar a alguien hay que ganarse su confianza, es decir, que la persona a la queremos motivar logre vernos como alguien que esta para ayudar a sacar adelante el equipo y a él mismo como jugador. Es imposible motivar a un jugador que no crea en su entrenador. Sin embargo puede pasar al contrario y aunque el entrenador no crea en las posibilidades de su jugador, puede motivarlo para sacar lo mejor de sí.
Es por eso que el entrenador debe ser el líder de un equipo, y sólo se puede serlo si sus jugadores confían en él, porque sabido es que LOS LÍDERES NACEN, NO SE IMPONEN. Cuando un entrenador no es un líder en su equipo se refleja indefectiblemente en los resultados, y eso lleva a las directivas a despedir al que ellos habían ELEGIDO como líder.

domingo, 17 de octubre de 2010

La simulación del dolor ("los heridos de pacotilla")

Una de las características más destacables del fútbol de muchos países, entre ellos España, es que la mayoría de los jugadores intentan sacar ventaja “extrafutbolística” tratando de impresionar al árbitro cuando se recibe una falta. Gritar y cogerse la pierna con sus manos como si se la hubiesen amputado en ese preciso instante, cuando tan sólo lo han rozado, puede hacer que un árbitro castigue al infractor de manera injusta y cambiar el curso del partido. Claro que la culpa será siempre del árbitro, desde el punto de vista de la grada y también para la prensa, pero pocos hablarán de que su error viene provocado por una acción de simulación.
Aquí asoma aquello de pedir Fair Play pero sólo si es a mi favor! Lo cierto es que un jugador que engaña y gana que le piten penalti o, logra expulsar a un jugador producto de una simulación, es visto como un héroe por sus compañeros y como una “mala persona” por el rival. Pero curiosamente no le cargarán las tintas al “actor” sino al árbitro, a quien la grada, los jugadores y la prensa enjuiciarán.
Pero más que nada es una cuestión de cultura del deporte. Si dos equipos españoles juegan entre si, ambos saben que este aspecto del fútbol esta presente y forma parte de sus repertorios. Engañar o ser victima de engaño es parte del juego, y cada equipo tiene sus jugadores mas propensos a intentar engañar, y otros que son más legales. Los “actores” son más fáciles de recordar que los legales, porque seguramente le habrán jugado alguna de las suyas a su equipo. Por ejemplo Capel, Dani Alves, etc., son de los más destacados. Es cierto que reciben muchas faltas, pero de ahí a que parezca que le han disparado en una pierna hay un paso bastante grande. Además, casi siempre miran al árbitro desde el suelo para comprobar lo buena que resulta su actuación. Esta temporada Marchena logró con su actuación dejar al Málaga con uno menos al ser expulsado el jugador Eliseu. En la jugada Eliseu se le acerca y Marchena cae al suelo como si le hubiesen pegado con un bate en la cara. El árbitro pica y expulsa. Y que pasó? De Marchena nadie habló, pero al árbitro lo taparon de caca en la prensa.
Por el lado de los legales podría poner a Xavi Hernandez, Xavi Alonso, Forlán, y todos los que ustedes crean. Los que tengan mejor memoria aquí tienen una oportunidad de aplicarse, pero son pocos los jugadores que sólo se quedan en el suelo si realmente les duele.
Pero no en todas las ligas pasa lo mismo, quien ve la liga inglesa o alemana notará que son muchos menos los “heridos de pacotilla”. El fútbol se comprende como un deporte jugado entre hombres con todo lo que ello significa, y está muy mal visto todo lo referido a la sobreactuación de las faltas recibidas. Un jugador con tendencia a la actuación lograría que todos lo viesen muy mal, e incluso la prensa cargaría las tintas contra él. Por decirlo de alguna manera, sería visto como un jugador que no juega como un hombre.
Jugadores que vienen de estas ligas al fútbol español, siempre terminan alucinando con las actitudes que se ven por estos lados. Claro que esto no lo puede decir aquel jugador de la liga inglesa que fichó el Madrid hace un tiempo, un tal Gravesen… Este cuando la daba no dejaba dudas, lo mataba al rival sin posibilidad de actuación!!
Sigue en Consecuencias de la simulación del dolor.

Consecuencias de la simulación del dolor ("los heridos de pacotilla")

Muchas son las consecuencias que trae el hecho de que un jugador simule dolor ante una falta. No solamente dentro del campo sino también en los banquillos y en la grada. La exageración del dolor es una de las cosas que más influye en un partido, ya que genere errores arbitrales o no, la decisión que este tome será motivo de enfrentamiento entre los jugadores y de polémica en la grada, que caldeará más si cabe el ambiente del partido.
Realmente nadie ha sacado la cuenta pero en un partido hay muchísimas simulaciones y pedidos de falta por parte de los jugadores. Ponte a pensar que cada vez que 2 jugadores saltan a cabecear un balón, es casi seguro que uno de ellos se quejará o gritará como si le hubiesen dado una puñalada por la espalda. Por otra parte, casi todos los jugadores que reciben una entrada o una zancadilla, miran al árbitro desde el suelo mientras sufren “horriblemente”.
Con todo esto, es normal que el árbitro pueda ser engañado en alguna de estas jugadas y cometer una injusticia que indigne al equipo y a su afición. Los “heridos de pacotilla”, aún no logrando engañar al árbitro, calientan el ambiente del partido y de la grada. De esta manera, la presión al árbitro se le acumula y es más probable que cometa errores en un sentido u otro. Su experiencia, su buena condición física y la suerte de estar en el sitio correcto para evitar ser engañado son fundamentales para minimizar errores, aunque todos sabemos que tome la decisión que tome no va a dejar conforme a la parte afectada porque recordemos que el Fair Play es bueno si es para nuestra conveniencia.
Los “heridos de pacotilla” son la más fiel expresión de que el fútbol es un juego en el que lo importante es ganar, y no importa si para ello haya que echar mano de actuaciones “poco viriles”.
Y ahora que hacemos? Que prefieren? Un fútbol con “heridos de pacotilla” o uno con jugadores que no pierdan de vista los valores que el deporte tiene como tal? La respuesta queda en el aire.

jueves, 23 de septiembre de 2010

El primer partido de liga vale como el último.

Siii, al fin comenzaron los campeonatos. Ya estábamos cansados de tanta pretemporada y partidos amistosos, ahora a jugar de verdad. Recién empieza todo y parece que está tan lejos el final del campeonato que algunos se toman los primeros partidos con una mentalización “a medio gas”: total, recién empieza el campeonato; todavía nos falta ritmo; el grupo se esta formando; etc. Formas de pensar que están cayendo peligrosamente al conformismo, y que deben ser atajadas a tiempo antes que sea tarde… al final del campeonato.
La gota que derrama el vaso… Es de las expresiones más usadas en el mundo y que tiene un sin fin de aplicaciones en la vida. Es que casi todo lo que nos pasa en la vida, nos ocurre como consecuencia de haber dejado pasar situaciones que no creíamos importantes, hasta que un día pasa algo y todo cobra una importancia tremenda.
Siempre recordamos y maldecimos el día que eso pasa, pero rara vez nos ponemos a pensar en la historia que tiene este desgraciado presente. Sólo recordamos la gota que derrama el vaso y como ésta caía en él, pero nadie se para a pensar que si el vaso no hubiese estado lleno, la gota no lo hubiese derramado.
En los campeonatos de liga es igual. Un equipo no llega al último partido a decidir si es campeón o desciende de categoría (la gota), es el resultado de todo un año (el vaso). Los 3 puntos que no se ganan el primer partido de liga, pueden ser los que falten al final del año para celebrar o llorar. Esto es lo que muchos entrenadores y jugadores con experiencia saben, y tienen que hacer que esta idea sea claramente comprendida por cada integrante del equipo. Si todos están concientes de ello, la entrega será máxima y puede que al final de la liga no necesite un partido épico.
Las excusas que se puedan poner en los primeros partidos ante un mal resultado, puede que no duelan tanto como las excusas del último. Pero una cosa si es segura, las excusas son las palabras de los perdedores.

martes, 14 de septiembre de 2010

Los partidos "amistosos".

El partido amistoso en fútbol, no quiere decir que los participantes no se juegan nada. Generalmente hay mucho más en juego de lo que la palabra “amistoso” sugiere. Mucha gente cree o confunde un partido amistoso con un partido homenaje o con fines benéficos. En éstos últimos si que es difícil ver competencia ya que los actores del espectáculo tienen como cometido otros fines que trascienden a la victoria de su equipo. Cuando hablamos de amistoso siempre hay algo en juego y el espíritu competitivo esta presente.
En un partido amistoso de pretemporada de un equipo es donde los jugadores tienen la oportunidad de demostrarle al entrenador que merecen ser titulares o incluso, quedarse en el equipo. La pretemporada, como todos sabemos, es donde se perfila un equipo para el resto de la temporada, y son los cimientos en donde se va a construir el resto de la temporada. Es por eso que estos partidos suelen ser más intensos que los primeros partidos de la temporada, ya que cada jugador se esfuerza para dar el máximo. Es donde confluyen las competencias internas del equipo con la competencia contra el rival. Todos sabemos que, en el fondo, los que están en el banquillo viendo a sus compañeros jugar, no quieren que su rival en el puesto juegue “demasiado bien”. La lógica competencia interna hace desear a los jugadores “para sus adentros”, que el compañero no destaque demasiado para poder destacar en el equipo. Este es un sentimiento que a lo largo de la temporada rara vez aparece, pero es en la pretemporada donde alcanza su punto máximo.
Un equipo que gana un partido amistoso se ve reforzado psicológicamente como grupo y los jugadores van ganando confianza, principalmente los que más han destacado. En caso de perderlo, todo lo contrario. No voy a explicar aquí lo que significa irse a casa o entrenar al día siguiente luego de ganar o perder un partido… No importa que sea un amistoso verdad? Uno se siente bien cuando gana y mal cuando pierde.
El árbitro debe tener en cuenta estas situaciones, ya que muchas veces los partidos mas complicados son aquellos en que éstos se confían. Creerse que un amistoso no necesita tarjetas y adoptar una actitud conciliadora puede llevar a estos partidos a un verdadero problema. Si nos ponemos en la situación de partido amistoso que he expresado con anterioridad, el árbitro debe tomarse el partido como un partido oficial a fin de evitar problemas ante la alta competencia que este partido significa. Queda claro que a veces no es necesario, pero una vez que el tren ha pasado en muy difícil darle alcance, y dejar pasar algunas faltas puede convertir el partido en ingobernable.

En el caso de las selecciones nacionales es diferente en algunos aspectos. Para la FIFA los partidos amistosos de carácter oficial (fechas FIFA), influyen directamente en el desempeño del equipo en la clasificación mundial de la FIFA (Ranking FIFA). Este ranking, además de dar prestigio, es lo que en caso de clasificarse para una copa del mundo decide los cabezas de grupo.
En un amistoso de selecciones la competencia interna baja mucho en relación a los clubes. Para cualquier jugador es un orgullo ponerse la camiseta de su país, y para llegar a ello hay que jugar muy bien con el club al que pertenece y que el seleccionador se fije en él. El sólo hecho de ser seleccionado es un lujo al que sólo algunos han podido llegar en su vida como futbolista. No es lo mismo jugar por un club que jugar por un país… yo solo me lo imagino y me enloquezco. Como jugarías tu si entras al campo con la camiseta de tu país? Te importaría mucho si fuese un amistoso contra Malta? Claro que según que países, el fútbol se vive con mas o menos pasión. No voy a perder el tiempo en obviedades, pero cuando se habla de la historia o el sentimiento que un deporte representa para un país, la sangre corre diferente por los que defienden esa camiseta.
Básicamente en algunos países se puede pasar de comprender el fútbol de selecciones como un deporte de recreo, o entenderlo como la vía en donde se encuentran las más grandes alegrías y también las mayores tristezas. Y cuantas más personas de un país se identifican con ese sentimiento, con esa pasión, más fuerte es el significado de ponerse la camiseta de ese país. El jugador tiene la responsabilidad y sobretodo la posibilidad de hacer feliz a mucha gente… a todo su país!! Importa entonces que sea un amistoso?
Recientemente han jugado Argentina y España un amistoso en campo del primero. Más allá de lo que destacaron los periódicos deportivos, hablando de que Argentina se tomó el amistoso como una final y España no, no hay que dejar de decir que jugar contra Argentina de visita no es para cualquiera. Ahí ha perdido hasta el mejor Brasil, y cuando tienes un estadio entero a tu favor la motivación y el despliegue físico se multiplica aún más. No hay que olvidar tampoco que España es el último campeón del mundo y ahora es el equipo al que todo el mundo quiere ganar, lo que significa otra motivación extra para sus rivales. Esto pasa también en una liga, no es lo mismo la motivación que puede tener el Hércules para jugar contra un Barcelona o un Madrid, que la que puede tener contra un Almería por ejemplo. Es que todos los deportistas de élite dicen lo mismo, es más fácil llegar a ser el número 1 que mantenerse ahí.
En fin, en todos los partidos amistosos siempre hay algo en juego, sea la historia, la estadística, la victoria ante el rival, la victoria personal por conseguir quedarse en una plantilla, la alegría del grupo, la confianza psicológica de jugadores y de sus aficionados, etc. No hay victoria mala ni amistoso intrascendente, después de un partido siempre pasa algo.

lunes, 23 de agosto de 2010

Consecuencias del fútbol moderno en los jugadores (2ª parte)

Los porteros y los jugadores de mediocampo.

En la 1ª parte había terminado hablando de la presión de los delanteros en la salida del balón del equipo rival. Éstas presiones a los defensas le dan al portero un nuevo rol. Los equipos necesitan que el portero sepa manejar el balón con los pies, de esta manera el equipo puede manejar el balón con más soltura ante la presión rival. Esta es otra consecuencia del fútbol moderno que afecta al portero, debe saber jugar el balón con el pie.
Un portero con estas características da más oportunidades al equipo para conservar el balón y da también, más seguridad a sus defensas que saben que pueden contar con un jugador más para pasarle el balón. Es de agradecer también que tenga una visión de juego que le permita poner pases precisos para lanzar contragolpes. Un portero capaz de sacar de manera rápida y precisa pases a sus compañeros, da mayores oportunidades de gol al equipo. Por tanto el entrenamiento de un portero ya no se basa solo en tirarle pelotazos, además debe entrenar pases y debe entrenar con el balón en sus pies, algo poco habitual hace no mucho tiempo.
Pero quizás el cambio más notorio de este fútbol moderno se ve en el mediocampo. Hemos pasado de tener jugadores especialistas a tenerlos de especialidades “mixtas”. El fútbol moderno necesita que todos sean capaces de defender y atacar. Es por eso que el típico “10” que esperaba a que le dieran el balón para lanzar a su equipo al ataque o, el típico “5” (mediocentro defensivo) que era un especialista en recuperar balones y pasárselo al compañero más cercano, están extinguiéndose.
Algunos supervivientes de “10” podrían ser Tutti, Riquelme, Verón o Xavi Hernández (el mejor en su posición), aunque Xavi tiene más sacrificio defensivo que los otros. En el caso de los recuperadores “5”, sucede algo parecido aunque su proceso de extinción es más lento que el del “10”. Le cuesta mucho más a un equipo desprenderse de un jugador que recupere muchos balones, aunque con el balón sea un negado.
Hoy por hoy el “5” modélico podría ser un jugador como Xavi Alonso o Busquets, capaces de recuperar, realizar con éxito pases cortos y largos y tener un control de balón aceptable. Más allá de los nombres, se trata de jugadores de múltiples cualidades en lugar de una o dos, dando el término de “todocampistas” o jugadores “box to Box” como dicen el Inglaterra, capaces de marcar diferencias en el área rival y defender en la propia.
Además del salto técnico que supone esta nueva forma de entender el fútbol, con un entrenamiento mucho más completo técnicamente, supone un cambio dramático en lo que refiere al entrenamiento físico. Porque el jugador ya no se ciñe a una parcela específica del terreno de juego y además, tiene actividad cuando el equipo defiende y cuando ataca, descolgándose al área rival y haciendo las coberturas a los compañeros que no están cubriendo su posición. Éstos jugadores han multiplicado por 2 veces o más su trabajo físico durante un partido, lo que requiere un entrenamiento que dudo mucho que tuviesen los jugadores de los años 80 por ejemplo. Por otro lado, necesitan un entrenamiento más polifacético y deben entrenar todos los aspectos del juego (en defensa y en ataque). Todo esto sumado a que cada vez se juegan más partidos por año, hace que los jugadores se lesionen cada vez más y duren menos años jugando en la élite. Los jugadores son exprimidos por sus clubes desde cada vez más temprana edad hasta los 30 años aproximadamente, para luego dar paso a otros nuevos. Prodigios físicos como Zanetti siempre serán la excepción, pero también necesitan de entrenadores y directivos que los apoyen y crean en ellos antes de quitárselos de encima como simple mercancía, aún rindiendo en el campo!
Pero no debemos olvidar que el fútbol es dinero y por lo tanto un negocio que tiene como excusa el deporte, desde el punto de vista empresarial. Esto requiere cada vez más partidos y un movimiento de mercado en el que necesariamente entran los jugadores, pero esto es para otro articulo…

Consecuencias del fútbol moderno en los jugadores (1ª parte)

Los laterales, los defensas centrales y los atacantes.

El fútbol desde sus comienzos hasta hoy en dia ha sufrido infinidad de cambios, desde sus reglas, la equitación de los jugadores, los balones, etc. Pero son las tácticas o estrategias, las que determinan como debe jugar un jugador en cada puesto y la condición física que necesita para cumplir con el objetivo que se le exige.
Al comienzo el fútbol era un deporte en el que se distinguía entre defensas y atacantes. Cada uno hacía exactamente lo que tenía que hacer y no se aventuraba en otras labores. El defensa defendía y el atacante atacaba, y casi no existían jugadores “mixtos” en estas facetas.
Poco a poco las tácticas fueron cambiando y obligando, primero a los defensas, a tener mas aptitudes atacantes. Comienzan a aparecer los laterales que suben como flechas al ataque, levantando centros a sus delanteros o incluso buscando portería desde fuera del área. Aquel Brasil del 70 fue uno de los hitos de este sistema que cambió la forma de ver el puesto de lateral. Ahora se ve al lateral como alguien capaz de sumarse al ataque de forma rápida y con gran capacidad de recuperación para bajar a defender. Esto también supone un entrenamiento mucho más exigente dada la cantidad de terreno de juego que tiene que cubrir a lo largo de un partido. Los laterales pasan a tener un cambio táctico que supone una exigencias técnicas así como otras de tipo atléticas.
Otro hito de la época fue el gran Franz Beckenbauer, que hizo ver al mundo que un central podía sumarse al ataque y ser bueno con el balón el los pies. Todavía hoy es difícil ver jugadores que tengan estas características, no me imagino lo que habrá sido Franz en su época! Al pensar en un central todos tenemos en mente un ROBOCOP de 1’90m que despeja, choca e intimida, y todavía hoy es el tipo de central que abunda en todas las ligas del mundo. Pocos son los que podemos salvar de la quema, hace tiempo ya que recuerdo un alemán Matthias Sammer (balón de oro en 1996), Lúcio (jugador del Inter.) y el mejor del mundo para mi Gerard Piqué. Un central capaz de regatear y definir en el área rival como un delantero de élite.
Contar en un equipo con centrales con manejo de balón y con capacidad de definición dentro del área rival, es un plus en el ataque del equipo que cuenta con más jugadores capaces de marcar un gol al rival. Sin embargo jugadores como Piqué son una rareza en el fútbol moderno, a pesar de que nadie duda de la ventaja que ello supone. Será que todavía se ve al central como un especialista en la defensa y la faceta del ataque es complementaria, por tanto mientras defienda no importa mucho. Si bien es cierto que hay muchas cosas en el fútbol que “se nacen” hay muchas otras que se entrenan, y es desde ahí donde se pueden obtener los futuros Piqué, desde las categorías de fútbol base.
A pesar de que esto no sea condición necesaria en un central, las tácticas del fútbol moderno le ponen un cerco difícil de franquear al típico ROBOCOP. Antes, y no hace mucho, era inimaginable un equipo sin un “9” delantero depredador del área preferentemente alto y fuerte. Un jugador que raramente saliera del área rival y que sólo tocaba el balón para intentar marcar, sin intentar regates porque normalmente no tenían la técnica necesaria. Éstos eran los objetivos de los ROBOCOP que por físico eran los únicos que podían intentar parar estos delanteros específicos, aunque de vez en cuando se encontraban con un Romário que les rompía los esquemas.
Pero como decía, las técnicas modernas están poniendo en extinción al “9”. Pocos quedan ya con estas características. Algunos de estos sobrevivientes son Van Nistelrooy, Mario Gómez, Filippo Insaghi, Nikola Zigic, Fernando Llorente y Zlatan Ibrahimovic. Tal vez éste último sea el que está sintiendo en carne propia este cambio, y se siente más perdido que un mimo en un entierro. Ibrahimovic es uno de los mejores del mundo como “9 tradicional”, pero en el fútbol de su equipo este puesto no existe y por eso lo está pagando. Otros en cambio se han ido adaptando como por ejemplo Drogba que con sus 1’89m se mueve por todo el frente de ataque, al igual que Diego Milito que ha dado una exhibición en la final de la copa de Europa.
El delantero moderno es ahora más rápido, más versátil y con más movimiento en todo el frente de ataque. Ya no está en el área esperando que le llegue el balón, ahora va a por él. Sale del área a tener contacto con el balón y obliga a los centrales a salir de la misma y cubrir espacios más grandes de terreno de juego, generando huecos para sus compañeros. Además, sus labores no son sólo ofensivas sino que tienen que emplearse en labores defensivas. En el fútbol moderno todos defienden activamente, porque son muchos los balones que un equipo recupera cuando un delantero presiona a la defensa, obligando a despejar y dividir el balón. Se exige a un delantero este sacrificio y ya es muy difícil que un jugador de ataque juegue en un equipo de élite sin esforzarse defensivamente.
Son cosas que poca gente ve y en las estadísticas no aparece, pero cuantos balones recuperaba el Madrid con las presiones de Zamorano o Raúl? Cuantos balones recupera el Inter o el Barcelona con las presiones de Eto’o o Messi? El sacrificio defensivo de Forlán o Villa son otras ejemplos de grandes recuperadores de balón para el equipo. Un trabajo extra que requiere una preparación física mucho más importante, ya que ahora el delantero esta en constante movimiento y no está sólo activo cuando su equipo tiene el balón.

(Ver segunda parte)

viernes, 4 de junio de 2010

Jabulani en la altura.

Esta semana comienza el mundial y en todas las selecciones hay un tema en la mesa, el balón “Jabulani”. Especialmente los porteros son los que casi siempre sufren los avances en la tecnología de los balones, y es que el espectáculo del fútbol son los goles y todo lo que vaya en ese sentido será en contra de ellos.
En la primera toma de contacto con el balón, todos los porteros se quejaban de lo ligero y lo impredecible de su trayectoria cuando este viene en vuelo. Al ser más ligero y tener una aerodinámica totalmente nueva, es como empezar de cero para todos los porteros. Nunca un balón había sido construido con paneles puestos de tal forma que logran una redondez exacta. Esta situación hace que el balón sea más veloz y, al ser ligero y más trabajado aerodinámicamente, los efectos que se le impriman en el golpeo serán más efectivos. Como se ve, son todas contras para los porteros e incluso el mismo Cech en su presentación dijo: “se te viene encima como un tiro”. Habiendo sido contratado para la presentación del balón no se esperaba que dijera algo negativo, pero sin embargo parece decir que es una mutada para su profesión jeje. Tímidamente los jugadores de campo también comienzan a dar sus comentarios acerca del balón, pero sólo dicen que les cuesta un poco más controlarlo o que tienen que medir su fuerza para jugarlo. El mismo Xavi decía que se le iba mucho a veces en los pases… Y si lo dice él habrá que creerle.
Pero hay otro factor del que no he oído hablar todavía y es el de que algunas de las sedes del mundial se juegan en estadios con altitud. Las sedes como Pretoria (1214m), Polokwane (1310m), Bloemfontein (1400m), Rustemburgo (1500m) y Johannesburgo (1753m), pueden hacer de los errores algo común. Aquí en Europa el tema de la altitud no es algo muy conocido, pero en Sudamérica ha llegado a ser un problema hasta político. A tal punto que a finales del 2007 la FIFA llegó a proponer no jugar al fútbol a más de 2500 metros sobre el nivel del mar. Esto afectaba a estadios de Quito (Ecuador), Bogotá (Colombia), Cuzco (Perú), Toluca (México) y La Paz (Bolivia), esta última a 3600 metros de altitud sobre el nivel del mar. Finalmente no prosperó. Pero las razones eran a consecuencia de los efectos físicos que sufrían los jugadores visitantes al jugar a esa altitud.
Sin entrar en las consecuencias físicas que supone jugar al fútbol en altitud, quiero entrar en lo que significa jugar un balón de fútbol en esa situación. En La Paz (3600m) es casi normal ver goles desde 40 metros o más de la portería, ya que el balón encuentra menos resistencia del aire y sale como un tiro que se acerca al portero haciendo pequeños movimientos en zig-zag (por eso dicen que el balón favorece al golpeo de Cristiano Ronaldo). Por la misma razón, el balón hace menos curva y tiene tendencia a salir recto. Los equipos que participaron del mundial de México 86 todavía lo recuerdan, Pasarella decía “la pelota no dobla” (estaban jugando a 2200m).
En éste mundial y con el polémico Jabulani con sus características, puede ser un mundial de errores. Jugar en Johannesburgo a 1753m puede ser un verdadero reto. España juega ahí contra Honduras en lo que parece ser un partido de trámite, pero las circunstancias no son las normales. Si los porteros se quejan ya al nivel del mar, que se preparen para cuando jueguen a mas de 1200m. Ya les cuesta calcular las salidas para cortar los centros rivales al nivel del mar (Casillas y Valdez) que tengan cuidado mas arriba. El jugar a más de 1200m favorece los tiros desde media y larga distancia, y los equipos como Inglaterra y Alemania ya han tomado buena nota de ello. El fútbol Español no está acostumbrado a chutar desde fuera del área, tal vez porque no lo necesita, y los que destacan en este aspecto es Xavi Alonso y Cesc que por jugar en el fútbol inglés se han acostumbrado. Que Navas también… bueno, a ver si se hace costumbre, pero no es su especialidad.
El balón puede llevar también a errores de cálculo de los defensas y regalar ocasiones de gol al rival, que en un mundial pueden ser decisivas. En el juego de toque, se exige más precisión y control que en el nivel del mar ya que tienen que medir la fuerza y conocer la trayectoria que hace el balón en sus pases de largo recorrido.
Por esto creo que el mundial que se avecina tiene factores que pueden incidir en el juego y hacer que los errores aparezcan. De todos es sabido que en un mundial un solo error puede ser la diferencia en un partido, y el que esté atento para aprovecharlo y más concentrado esté será el que se vaya contento. En el caso de España, y por todo lo expuesto, debe concentrarse en clasificarse 1º de grupo y ganarse el derecho de jugar en Cuidad del Cabo que está al nivel del mar, para evitar factores que incidan en su juego. De no clasificarse 1º, debería jugar en Johannesburgo lo que sería un problema por la altura y sin duda por la situación anímica de presión que ello supondría (el clasificarse segundo). Claro que lo normal es que España clasifique 1º y es lo que deseo, pero conviene saber que lo normal no pasa solo, hay que hacer algo para que pase. Espero que no se confíen porque estos últimos amistosos los he visto muy relajados. Vamos España!

viernes, 28 de mayo de 2010

La edad, importa?

Interesándome un poco en el tema he decidido indagar en las plantillas más importantes de Europa y me he encontrado en este tema una clara diferencia con el fútbol español, la edad va por delante del rendimiento futbolístico en España. Mientras que en el resto de Europa el rendimiento en el campo es lo que cuenta, en la liga española se mira antes la edad a la hora de decidir si un jugador debe continuar en una plantilla.
A lo mejor para muchos no es ninguna novedad lo que estoy contando, pero con los datos en la mano es todavía más sorprendente. Por regla general en el fútbol español se dice que un jugador es veterano cuando sobrepasa los 30 años de edad, y comienza a “buscarse un sustituto”. Luego esos jugadores despreciados triunfan en otras ligas, lo que quiere decir que a lo mejor no eran tan malos después de todo. Estudiando las grandes ligas como la italiana y la inglesa, el promedio de edad se dispara escandalosamente en comparación con la nuestra.
En el caso de la Premier el Manchester U. cuenta con 7 jugadores mayores de 30 años de los cuales 5 son titulares indiscutibles, ellos son: Van der Sar (39), Neville (35), Ferdinand (31), Owen (31) y Scholes (36). Sin contar con 2 que suelen ser suplentes pero casi siempre juegan como Giggs (37) y Brown (31). El Chelsea, tiene ni más ni menos que 12 jugadores de estas características, y casi todos titulares indiscutidos! Ashley Cole, Terry y Malouda (30); Anelka y Ferreira (31); Carvalho, un tal Lampard y Drogba (32); Deco (33); Belletti y Ballack (34) e Hilario (35) que no juega casi nunca por ser suplente de Cech.
Como todos saben y se imaginan el caso de la liga Calcio es todavía más notorio. La Juventus tiene la friolera de 14 jugadores de 30 o más y claro esta, son casi todos titulares indiscutidos: Poulsen y Amauri (30); Iaquinta (31); Buffon y Zebina (32); Grosso, Salihamidzic y Trezeguet (33); Legrottalie y Camoranesi (34); Del Piero (36) y Cannavaro (37) que este año ya no renueva con la Juve. Hay que incluir también a los 2 porteros suplentes que también pasan los 30.
El Milan tiene 13, Ronaldinho (30), Kaladze y Gattuso (32), Zambrotta, Jankulovski y Ambrisini (33), Nesta, Oddo y un tal Seedorf (34), Beckham (35) y Dida e Inzaghi (37). Estos “abuelitos” le ganaron al Madrid. Para terminar Italia tenemos a los campeones de Europa, el Inter que tiene 9: Cambiaso y Chivu (30), Julio Cesar y Milito (31), Samuel y Lucio (32), Córdoba (34), Materazzi (35) y el gran capitán Zanetti (37).
En nuestra Liga he visto al Barcelona con 8 pero como verán algunos no muy influyentes: Xavi, Keita y Milito (30); Márquez y Abidal (31), Puyol (32) que lo querían jubilar con Chigrinski pero hubo que rendirse a la evidencia; Henry (33) que ya se va, al igual que Pinto (35) que nuca pintó nada. Aquí pilares solo podemos contar a Puyol y Xavi, porque los otros han ido alternando pero no son fijos en el equipo.
Pero el caso más escandaloso es el Madrid con 4 jugadores de 30 o más: Metzelder (30) que ya se fue; Raúl (33) que a menos que Mourinho lo evite también se va; Guti (34) que está igual que Raúl; y Dudek (37) que está para repartir las toallas. Sólo Guti contó a último momento porque no había nadie que hiciera lo que él. Y que decir de Roberto Carlos que con 36 años está corriendo a los galgos de la liga brasilera!! A lo mejor no tiene estado físico no?
En definitiva, resulta evidente que hay una diferencia importante en el promedio de edad entre nuestra liga con la inglesa y la italiana. Muchas teorías podemos hacer, pero parece claro que la velocidad de juego podría ser un factor, aunque en la Premier no van andando precisamente. El movimiento de mercado podría ser otro factor, ya que un nuevo fichaje siempre lleva a un ingreso fresco de dinero producto del merchandising. Pero tampoco vale esta porque estoy seguro que si algún equipo comprara a Lampard por ejemplo, se venderían muchas camisetas también. Comprar jugadores jóvenes para que no se lesionen tampoco parece muy fiable. Zanetti con 37 años se lesionó menos que Kaká o Iniesta por ejemplo.
Bueno, se puede opinar mucho de este tema pero parece poco probable que encontremos una única respuesta. Cada uno puede formarse una teoría, pero parece claro que nuestra liga tiene la costumbre de jubilar jugadores, muchas veces antes de tiempo, y luego vuelven con otros equipos y son figuras. Bonito tema para la hora del bocadillo…

viernes, 21 de mayo de 2010

Los equipos con inferioridad numérica juegan mejor?

Porqué se escucha tantas veces que un equipo juega mejor con 10 que con 11? Qué es lo que pasa para que un equipo con inferioridad destaque sobre el otro? Incluso muchas veces el equipo con más jugadores pasa de dominador a dominado luego de la expulsión rival. Por qué? Como muchas veces pasa, una cosa es la teoría y otra la práctica. Lo normal es que el equipo con más jugadores sea el dominador y se lleve el partido, y la mayoría de las veces asi sucede. Pero el juego del fútbol, como tantas veces digo, es un juego en que la actitud y la concentración supera a cualquier pizarra y a cualquier lógica.
Como la mayoría de los que leen este artículo son personas que juegan o que han jugado al fútbol, todos alguna vez han estado en un equipo con inferioridad numérica y otras veces al contrario. Es casi imposible abstraerse de la situación para unos y otros. El jugador que juega en el equipo con superioridad tiende a relajarse, piensa que es un alivio y que será más fácil ganar el encuentro. Esto lleva a un bajada de concentración, a dejarse llevar a lo largo del partido no dándose prisa por buscar la portería contraria... tarde o temprano llegará el gol. Se tiende a pensar que lo que hay que hacer es mover el balón, pero eso suele confundirse con pases laterales y sin profundidad dejando correr el tiempo peligrosamente. La defensa se relaja más y algún jugador se aventura más al ataque, dejando sin darse cuenta más hueco para el contragolpe rival. Si en una de esas el equipo rival hace un gol, la paciencia, la relajación y la baja concentración deja paso al nerviosismo. Nerviosismo agravado aún más por estar perdiendo contra un equipo que juega en inferioridad, lo que lo hace una presión extra que si fuese un partido en condiciones numéricas igualadas, pues sienten más la responsabilidad. Ésta situación puede terminar peor si el equipo contrario saca provecho de ese nerviosismo y convierte otro gol o incluso desquicia a un rival e iguala el número de jugadores producto de una expulsión.
El equipo con inferoridad numérica en cambio, se libera absolutamente de la responsabilidad de ganar porque ese deber ahora lo tiene el equipo contrario, la presión pasa entonces al rival. El jugador que esta en este equipo (el de inferioridad) aumenta significativamente la concentración y la entrega física. Si además la plantilla tiene un nivel alto de compañerismo, si esta unida y bien conjuntada, tiene mucho ganado al equipo “relajado con superioridad”. Aumenta el compromiso de cada jugador para sacar el partido adelante, y es ahi que tienen que destacar el capitán y todos los jugadores importantes del equipo para hacerle creer a sus compañeros que ES POSIBLE. Creer en ello es la base, y si todos los jugadores creen que realmente es posible, seguramente lo será. La experiencia juega un papel clave, ni que decirlo, a la hora de detener el juego o relentizarlo, sabiendo que cada minuto pone más nervioso al equipo rival. También influye en lo anterior, es decir, en el impulso psicológico a los compañeros para que crean que es posible.
Quizás por todo esto sea más dificil ganarle a un equipo con menos jugadores que a otro en igualdad de condiciones, siempre y cuando el equipo con inferioridad este comprometido y crea en sus posibilidades! El caso del Inter contra el Barcelona o el reciente del Gandia contra la Roda, son ejemplos claros de como el compromiso, la actitud, la concentración y sobre todo el CREER QUE ES POSIBLE, puede superar a cualquier lógica que subestime el factor humano que tiene el fútbol.

domingo, 9 de mayo de 2010

La otra lectura del futbol base.

Principalmente en el fútbol base, desde prebenjamines hasta juveniles, parece que se chocan 2 corrientes que en principio parecen antagónicas. Una apoyada en la teoría de que el fútbol es sólo para divertirse (el resultado es lo de menos) y la otra, con el concepto de jugar al fútbol de forma competitiva (en la búsqueda del resultado). Los primeros parecen tener prohibida la palabra “competir” y los otros evitan la de “divertirse” en el sentido de no tomárselo demasiado en serio. Sin embargo ambos puntos de vista transmiten valores y modelan la personalidad de los jugadores, además de desarrollar su físico producto de la actividad deportiva.
Como decía, en la rama de los defensores de la diversión tenemos el ejemplo del Sueca United. Probablemente sean de los equipos más educados y con más valores que he conocido, además de divertirse en el campo y fuera del mismo. Lo único que pierden sus partidos por una media de 14 goles. ¿Cuantos hijos y cuantos padres les gustaría participar de un equipo asi en un campeonato? No deben de haber muchos porque Sueca United solo hay uno, y la federación no los tira porque no puede, porque sino…
Parece entonces que todos los demás, en todas las categorías, están en la línea de concebir el fútbol como un deporte en el que al final hay un resultado en el que unos ganan, otros pierden y a veces también se empata. Ni más ni menos que la palabra competencia sale a escena. Jugar para competir, competir para ganar. No hay que escandalizarse por esto ultimo, demostraré que no esta reñido con la educación y los valores.
El fútbol es tan maravilloso que es como ver a la vida misma. Casi todo lo que pasa en el fútbol tiene su paralelo en la vida diaria de las personas. Jugar fútbol desde niño prepara para la vida principalmente en el plano de la personalidad mas que en lo físico, que como todo el mundo sabe lo mejor es la natación. Es un deporte de equipo que impulsa la relación con otras personas con el objetivo común de la victoria, y todo ello con un entrenador al frente. Como en muchos trabajos, unos necesitan de otros para que el producto final sea lo suficientemente bueno como para que se pueda vivir de él, con un jefe que dirige y ordena a sus empleados, justo como en un equipo de fútbol. Esto lleva consigo el respeto al compañero que trabaja con nosotros y el respeto a la autoridad, en el caso del fútbol el entrenador.
Mirar el fútbol de una forma competitiva es también mirar la realidad que nos rodea. El mundo en el que vivimos es una competencia constante con uno mismo y contra todos los demás, en donde solo triunfan los más preparados. Y el que tiene la suerte de triunfar, ya sea por méritos propios o ajenos, debe seguir luchando para mantenerse o seguir buscando nuevas metas o en caso contrario, siempre surgirá alguien que le sustituirá. Ver la semejanza del jugador que consigue la titularidad en un equipo y deja de exigirse por creer que ya no le hace falta mejorar (total ya me alcanza para ser titular), hasta que un día llega el nuevo y lo sienta en el banquillo. En este aspecto no parece demasiado diferente el fútbol a la vida después de todo.
Quizás sea exagerado cuando se habla de categorías de fútbol 7, pero de infantil en adelante no me parece mal, opinaría que sería hasta provechoso. La disciplina, el entrenamiento, el esfuerzo, el compromiso, el compañerismo, el espíritu de equipo, el saber ganar, el saber perder, el respeto al entrenador, a los compañeros, a los rivales, al árbitro. ¿Acaso todo esto no es la base para una personalidad que a futuro puede traducirse en una actitud ante la vida que viene por delante? No se acuestan los padres pensando: ¿a que colegio lo voy a mandar? ¿Que idiomas puedo hacerle estudiar? ¿Qué experiencia le puedo contar, para transmitirle todo lo que yo (padre) no supe aprovechar a su edad? Y sin embargo lo mas importante es la actitud que tenga el niño, si pasa de todo da igual lo que le enseñen o digan.
Visto de esta manera el entrenador puede convertirse en una de las personas más influyentes en la formación del niño, y todo ello favorecido porque éste esta haciendo algo que le gusta, jugar al fútbol. El entrenador es entonces, a veces sin planteárselo, un profesor más que exige a los niños y adolescentes a ser de una determinada manera. No es mejor entrenador cuanto menos exigente sea y de la misma manera, serlo demasiado puede ser contraproducente. El entrenador también aprende de sus jugadores y sabrá cuando apretar las tuercas y cuando no.
Si un entrenador esta trabajando, muy mal hacen los padres en meterse en el medio, pues entorpeciendo su labor pueden desviar todo lo anterior. Es como ir al colegio y sentarse a su lado, o tal vez en el futuro también vaya a hablar con su jefe en el trabajo para que le de un aumento!! No significa dejar de quererlo o defenderlo, se trata de que en el fútbol también esta aprendiendo.
Entonces, tener un cierto nivel de exigencia es algo que, sin darse cuenta, lo valorarán en el futuro. Jugar en un equipo, ser parte de él, ser titular, ganar un partido, un campeonato, aprobar un curso, conseguir un trabajo, montar una empresa… Todo requiere esfuerzo y sacrificio, lo vivimos todos los días…

sábado, 1 de mayo de 2010

Fútbol feo, fútbol bonito.

El partido del Barcelona e Inter esta semana ha pasado a la historia del fútbol como una de las partidas tácticas más tremendas de la historia (de la historia que conozco). Pero por encima de todo ha abierto el debate eterno de cómo debería ser jugado el fútbol. Fútbol bonito de espectáculo o fútbol destructivo y resultadista. En el principio lo esta todo, FÚTBOL. Lo demás es cuestión de gustos y los hay tantos como personas en la tierra que amen este deporte. Es un deporte en el que se deben cumplir ciertas reglas, y dentro de éstas es en donde se puede jugar. No hay reglas ni manuales de cómo se debe jugar, pero dentro de las reglas del deporte. Y lo más importante, a la historia pasa el que gana y no el que juega bonito. En estos niveles se juega para ganar y mientras se gane lo demás es accesorio. Quien no le cambiaría al Inter jugar la final?
Mal que le pese a mucha gente, el fútbol se puede jugar como lo hizo el Inter en el Camp Nou. Y más allá de los gustos y del equipo que sea simpatizante, hay que ser objetivos y reconocer que jugar como lo hizo el equipo de Mourinho es muy difícil y que además le salga bien es todavía más difícil. Primero que nada requiere un convencimiento total por parte de los jugadores de que lo que dice el entrenador es el camino a la victoria (clasificación). Y eso en un equipo de más de 20 personas (incluidos ayudantes), es muy difícil de lograr. Cada integrante del equipo tiene que dejar de lado su idea de jugar al fútbol para jugar como su entrenador le pide. Hacer lo que se le pide y hacerlo durante todo el partido, con la concentración suficiente para no cometer errores. Cada jugador se convierte entonces en un engranaje de una máquina y no en una persona con ideas propias dentro del campo. Siguen ciegamente las instrucciones y cumplen a rajatabla lo que su entrenador les pide. Y esto sólo se puede conseguir si cada integrante del equipo cree en su entrenador. Ni 200 entrenamientos serían eficaces si la plantilla no esta convencida de que lo que el entrenador pide es la forma de alcanzar la victoria. O acaso alguien piensa que jugadores como Milito, Sneijder o Eto’o les gusta jugar como lo hicieron. Seguramente hubiesen preferido jugar diferente, pero respetaron y se comprometieron con el equipo y con las ideas de su entrenador.
Una vez la plantilla esta convencida, comprometida y unida, la concentración es la clave. Es imposible que un jugador se mantenga concentrado por sí solo durante todo un partido y más teniendo a 90 mil personas en tu contra. Es necesario que siempre halla alguien “poniéndote las pilas” cuando la situación lo requiere. Esta es la base de lo que se llama experiencia. Un jugador con experiencia detecta estos momentos y grita, ordena, manda a sus compañeros. Que decir que la experiencia esta relacionada con la edad, es algo lógico pero que muchas veces no se está dispuesto a aceptar. Los partidos importantes de clubes, de selecciones, los mundiales, las victorias, las derrotas, los compañeros y los equipos diferentes en los que se ha estado y a los que se ha enfrentado, etc., a más edad mas experiencia. Y en este partido la experiencia jugó otro papel importante. El Inter con 7 jugadores con 30 años o más a los que luego se les sumó Samuel (32), todos ellos jugadores indiscutibles en su respectivas selecciones nacionales y liderados por un admirable J. Zanetti con 37 años!! En España sería viejo hasta para una peña! Además, excepto Milito, todos ellos especialistas en labores defensivas (Córdoba, Zanetti, Samuel, Chivu, Cambiaso, Lucio y el portero Julio Cesar).
En el Barcelona también hay 7 con 30 años o más pero de ellos sólo jugaron Xavi (30), Keita (30) y Milito (30). Y de estos 3 la experiencia de Keita no se acerca ni de lejos a ninguno de los del Inter.
La clasificación del Inter fue un triunfo de un equipo que ha creído en su entrenador, comprometido y convencido de que lo que hacía era lo correcto. Todo esto apoyándose en la experiencia de su jugadores y porque no, en un poco de suerte. No se puede ser simplista y decir que jugar como el Inter es fácil, y ya me gustaría leer algún comentario de un entrenador para que opine al respecto. Los gustos son otra cosa. A mi también me gusta más el fútbol como lo juega el Barcelona pero como en la vida, hay más de una forma de salir adelante y el Inter nos ha mostrado otra.

jueves, 22 de abril de 2010

Los tacos de los zapatos de fútbol.

Como todo en el fútbol, los zapatos han ido sufriendo modificaciones con el paso del tiempo. Al principio eran de piel gruesa, siendo la suela de metal en el cual se atornillaban los tacos que eran generalmente 6, 2 en el talón y 4 en la parte delantera de la suela. Eran pesadísimos y si tocaba jugar un dia de lluvia eran casi como calzarse una piedra. Como imaginarán no eran plastificados y la piel del zapato absorbía el agua haciéndolos más pesados, a pesar de los intentos de ponerle grasa al zapato para evitarlo. Por suerte la tecnología ha ido mejorando el calzado, buscando que sean más ligeros, resistentes a las condiciones climatológicas, etc. Pero quizás el aspecto más importante sea la parte de debajo de las botas, los tacos.
Es relativamente reciente el interés de la tecnología por mejorar este aspecto de la bota de fútbol. Siempre se preocupaban más por todo lo exterior pero poco por los tacos. Casi todas las botas seguían más o menos el mismo patrón. Desde el comienzo el fútbol se jugaba solo en césped natural y por lo general, los campos no estaban tan optimizados como ahora. Era necesario un buen agarre al campo, para lo cual los tacos de metal eran esenciales. Con tacos largos o cortos, en botas intercambiables o botas con tacos fijos de 6 u 8 (4 en el talón) tacos. Luego para superficies duras (tierra) se utilizaban y todavía se utilizan, las botas de suela entera con 13 tacos (o más) de plástico, proporcionando más comodidad en ese tipo de superficies.
No hubo grandes evoluciones al respecto hasta que ADIDAS sacó las famosas PREDATOR, que tenían como gran novedad su característica suela con tacos en forma de arco, repartidos por el perímetro de la suela. Fíjense que estamos hablando de 1994… hace nada! A partir de ahí el resto de las marcas tomaron nota de este novedoso diseño y sacaron sus respectivos símiles.
El principio de este tipo de suela es básico, cuantos más puntos de contacto tenga el zapato en la superficie, más cómodo será el apoyo del deportista. A su vez, la revolucionaria forma de los tacos otorgan un razonable agarre en cualquier superficie, exceptuando los campos muy embarrados para los cuales los tacos de aluminio no tienen rival.
La importancia de elegir el calzado con los tacos correctos es vital, pudiendo decidir un partido (por un resbalón inoportuno) o provocando una lesión. Hace poco en el periódico MARCA, Forlán reconoció que su último partido en el Manchester U. fue uno en el que no le hizo caso a Sir Alex Ferguson. Al parecer éste les dijo a sus jugadores que jugaran el partido con tacos largos, porque entendía que el campo no estaba firme. Pero Forlán decidió jugar con los cortos porque se sentía más cómodo. En los últimos minutos del partido Forlán resbaló y falló el gol que hubiese dado la victoria al ManU. En el vestuario Ferguson comprobó que Forlán jugó con tacos cortos, tirando la bota violentamente contra el suelo… y sencillamente no volvió a jugar en el Manchester.
En el apartado de las lesiones, recientemente David Beckham tuvo una gravísima lesión que le apartará del mundial. Como recuerdan David recibe un pase en el medio campo y al girarse le queda su pie fijo al césped, produciendo tal torsión que provocó la rotura del tendón de Aquiles. Usaba tacos de aluminio en ese partido y probablemente el césped estaba demasiado seco para usarlos. Eso hace que los tacos se fijen mucho más de lo necesario y al intentar girar, el terreno en el que se apoyaba no cedió, quedando su bota literalmente clavada en él. La suela “tipo predator” permite que el giro en esta superficie sea muy suave en comparación con un calzado de tacos metálicos. Si tienen la oportunidad, intenten girar en el césped con uno y luego con el otro tipo de suela y lo comprobarán. Esto es porque la suela “predator” con sus tacos arqueados hace casi imposible que el zapato se clave en el campo y ayuda al giro. Puedo además decirlo con propiedad pues yo cambié de estilo de botas luego de haberme hecho 2 buenos esguinces con botas de tacos de aluminio.
Por eso a la hora de comprarse un par de botas hay que pensar en que superficie se va a jugar la mayoría del tiempo. No tiene sentido comprarse botas con tacos de aluminio si se va a jugar en campos de césped artificial, ya que no hay fango que lo aconseje. Ni hablar si le toca jugar en un campo de tierra como el campo “b” del Gandia!
Por supuesto que cada jugador tiene sus preferencias y sus gustos. Esta nota no pretende hacer campaña en contra de las botas con tacos de aluminio, lo que sí hay que dejar claro que las suelas “tipo predator” son las que se adaptan mejor a las distintas superficies y las que provocan menos lesiones, tanto al que las lleva como a sus rivales.

jueves, 15 de abril de 2010

Los arbitros asistentes y sus funciones.

Mucho se esta hablando de los árbitros auxiliares últimamente y esta nota se estaba demorando ya. Varios comentarios en relación con el arbitraje han estado circulando, desde el día que el cuarto árbitro le pitó el famoso penalti a Marchena contra el Atlético de Madrid. Penalti claro pero que sin embargo todo el mundo se puso en pie de guerra porque fue el 4º árbitro el que lo señaló. Seguramente que se opinaría diferente si hubiese sido al revés… como siempre sigo fair play pero solo a mi favor! Pero cabe aclarar realmente cuales son las funciones de los árbitro auxiliares y como las deben realizar.
En un partido de fútbol sin árbitros de área, es decir solo con líneas y 4º árbitro, antes del partido es donde se delimitan las funciones de unos y otros. En el vestuario, antes del comienzo del partido, es el árbitro principal quien instruye a sus colaboradores acerca de cómo deben de actuar en el campo. En el arbitraje el trabajo de equipo es esencial y debe realizarse de tal manera que no existan contradicciones entre lo que el árbitro principal pita y lo que el línea señale. Si todos los árbitros que concurren a un partido de fútbol tuviesen las mismas potestades sería un desorden total y les aseguro que tendríamos 3 veces más polémicas de las que ya existen.
Para ello se delimitan zonas de preferencia. Generalmente el árbitro deja a los asistentes “pitar” las faltas que ocurran entre el área y su línea. Si el asistente considera que se ha producido una falta en ese cuadrante, el árbitro la pitará haciendo caso a lo que su asistente le indique. De igual forma para los fuera de juego, decidir si un balón entró o no a la portería, si ha salido del campo, y controlar que el portero coloque el balón dentro del área de meta para un saque de puerta. Puede también entrar al terreno de juego para poner la barrera a la distancia correcta y dar su opinión al árbitro si este la requiere en alguna jugada puntual. El resto del campo fuera de esos cuadrantes, es el árbitro el que decide y los asistentes no deben tomar parte en sus decisiones, a menos que estas no sean decisiones de criterio.
Las decisiones de criterio, como lo dice la palabra son todas aquellas decisiones que necesitan que el árbitro las valore y decida si son faltas o no. Por ejemplo, un empujón puede ser visto por unos como falta y por otros no. Dependerá del criterio que tenga el árbitro. El criterio puede ser muy variable y depende de la personalidad del árbitro, el ambiente del partido (público, estado de nerviosismo del partido, etc.), la situación del partido (resultado en ese momento, minuto de juego, etc.), la ubicación del árbitro en el momento de la falta (nunca se ve lo mismo de todos los sitios), etc., etc. Entonces, zancadillas, empujones, entradas y todas esas decisiones que requieran un punto de vista, son decisiones de criterio y serán tomadas por el árbitro principal de manera exclusiva, dentro de las zonas del campo que ha delimitado previamente con sus asistentes.
Cuando pueden intervenir los árbitros asistentes fuera de sus zonas delimitadas previamente? En las jugadas o situaciones que no son de criterio. Estas pueden ser, por ejemplo la mano de Marchena antes mencionada, o la mano de Henry que clasificó a Francia para el mundial (no había asistente de área), una agresión entre jugadores, etc. Todas esas jugadas que no admiten criterio son las que pueden y deben intervenir los asistentes.
Es la manera que hay de organizarse en el arbitraje de hoy en dia. Algunos piden que la tecnología debe formar parte del arbitraje del fútbol, pero me adelanto a decir que moriré y mis futuras generaciones lo harán y nunca veré tal cosa. La FIFA entiende que el fútbol debe jugarse igual en un mundial y en una aldea, y eso es lo que lo hace tan popular y especial. Además, el fútbol necesita de todo lo que se mueve a su alrededor y en eso entran las polémicas arbitrales, porque se entiende como un juego humano tanto en sus jugadores como en los que deben de impartir justicia. La única proposición que la FIFA ha llevado al campo a modo experimental ha sido la inclusión de asistente de la línea de gol.
Este asistente no es un invento nuevo, pues hasta 1930 existía un asistente que estaba sentado detrás de la portería o al lado de la portería, para dar un gol como válido o no (si el balón había entrado a la portería o no). FIFA ha decidido retomarlo a modo experimental en un torneo europeo y lo ha permitido en algunas otras ligas. Al final de la temporada analizarán los resultados y decidirán que hacer. A mi me parece que tiene grandes posibilidades de volver a desaparecer, pues han servido para más polémica y no han tenido ninguna oportunidad de tomar una decisión importante desde que están actuando (al menos que yo sepa). Pero puede que para el mundial decidan continuar con el “experimento” por miedo a otra “mano de Henry”, ya que basta con que esta se produzca para que todo el mundo le recuerde a la FIFA lo de los asistentes de la línea de gol.
Bien, puesto queda este granito de arena que no pretende mostrar la verdad sino dar otro punto de vista acerca del arbitraje del fútbol. Una opinión vale más cuando más fundamentada esta, pues cuando no lo está se llama fanatismo.-

viernes, 9 de abril de 2010

Tarjetas amarillas: un seguro para el jugador.

Esta semana en el partido de champions entre el Manchester U. y el Bayer M., se vio la trascendencia que puede tener una tarjeta amarilla tonta en un partido. El lateral derecho de ManU, el brasileño Rafael, pierde un balón a la altura del corner rival y le hace una zancadilla al rival, desde el suelo y sin ninguna posibilidad de recuperar el balón. En esa zona del campo no suponía ningún peligro para su equipo, pero tuvo esa reacción que le costó la tarjeta amarilla.
En la segunda parte, Ribery (Bayer) se escapa de su marcaje y corre con peligro hacia el área del ManU. Rafael lo coge del brazo instintivamente para cortar la jugada y le sacan la 2ª tarjeta amarilla con la consecuente expulsión. El ManU queda con 10 jugadores y el Bayer anota el gol que le da el pase a la semifinal de la champions.
La juventud o inexperiencia, el carácter del jugador… sea lo que sea Ferguson no pasará por alto la actuación de Rafael en este partido. No creo que le recrimine la acción de su 2ª tarjeta amarilla que cortó una peligrosa jugada rival, sino su 1ª tarjeta que fue de todo menos útil. Nunca se sabrá si Rafael tiene la culpa directa de la eliminación de su equipo, pero que duda cabe que fue un factor importante en el desenlace… además del golazo de Robben.
En un campeonato de liga la acumulación de tarjetas llevan a suspensiones, y muchas de ellas son inútiles. Las amarillas por protestar, sacarse la camiseta para celebrar un gol, son algunos ejemplos. Cada entrenador, capitán, jugador, debe tomar conciencia de ello y de lo importante que puede ser una tarjeta amarilla. Esta es parte del fútbol y esta ahí para usarla en caso de necesidad o en caso de que involuntariamente cometamos una falta. Es como un seguro que cada futbolista tiene y como tal, hay que usarlo con responsabilidad y en el momento apropiado.
Una tarjeta amarilla tiene muchas utilidades. Es un seguro que permite cosas como: cortar un ataque peligroso del rival; simular una falta que pueda dar beneficios a nuestro equipo (si cuela); hacer tiempo si la situación del partido lo requiere; tener una segunda oportunidad si por error se comete una entrada o una zancadilla temeraria al rival; encararse con un rival para provocarlo y sacarlo del partido esperando sacar beneficio de ello; y alguna otra que ahora se me escapa. Todas las demás circunstancias son las tarjetas “tontas” que pueden llevar a perjudicar al equipo, ya sea en un partido o en los siguientes al acumular varias tarjetas.
Los buenos jugadores son los que saben usar este aspecto del extrafútbol para su beneficio y no los que terminan perjudicando a su equipo.

lunes, 29 de marzo de 2010

La confianza del jugador.

La semana pasada tuve la oportunidad de compartir con ustedes la opinión de Michael Jordan acerca de lo que para él era importante para ser competitivo. Nadie puede dudar que MJ es un icono para la historia del deporte y lo que dice bien merece todo nuestro respeto. Hoy quiero profundizar en el punto 2 de sus reglas para ser competitivo: “La confianza”.
Todos los que jugamos al fútbol sabemos cuando sentimos confianza en lo que hacemos o en lo que vamos a hacer, y luego recogemos los resultados en consonancia con dicha confianza. Recordemos lo que dice MJ: “Tener confianza de que lo puedes hacer. Si se tiene el 100% de la confianza de que puedes hacer algo, la mayoría de las veces lo harás”. Es totalmente cierto, pero para ello debes tener el 100% de la confianza y eso significa que no depende solo de ti. Me explico, en un juego de equipo la confianza nunca es individual. Si bien es cierto que el jugador puede poner toda su confianza en hacer algo o intentar hacerlo, esta depende de factores externos. Si tu te sientes seguro de hacer algo pero tus compañeros no lo creen así, puede que tu confianza baje. Es imposible que alguien tenga la confianza en un 100% si todo lo que le rodea no tiene confianza en él.
La falta de confianza del ambiente en el que se rodea el jugador, tarde o temprano termina haciendo mella en la confianza del mismo. De esta manera, el jugador va perdiendo confianza paulatinamente hasta quedar reducido a la mínima expresión. Además el jugador comenzará a estar más atento de los errores que cometa, por miedo a las criticas que reciba de su alrededor y no se preocupará en los aspectos positivos de su juego. Si éstas críticas continúan con el tiempo, no sólo no tendrá confianza en si mismo sino que su juego será cada vez peor, planteándose incluso dejar el deporte. Por otro lado puede llegar a trascender el deporte y llegar a lugares más personales de la persona, según sea el caso y la personalidad del deportista.
La confianza es energía, y en un deporte colectivo como el fútbol tiene una importancia básica. ¿Quien no ha llegado alguna vez con muchas ganas de jugar un partido de fútbol y se encuentra con un equipo que está desmotivado y juega en el campo (como sin ganas)?. Seguro que esa energía que traía el jugador se transforma en mal humor y posiblemente en un “choque” con algún compañero. De la misma forma ocurre al contrario. Llegar sin ganas de jugar y sentir que el ambiente del partido te envuelve y ponerte a jugar como si fuese el último partido de tu vida.
La confianza es algo que necesita alimentarse desde fuera. Los niños que juegan al fútbol, que estudian, que hacen tareas en casa, etc., necesitan ser recompensados por sus acciones con la sonrisa cómplice de sus padres, con un beso, con un gesto de aprobación… No sólo hay que estar encima de ellos cuando cometen los errores, también hay que saber transmitir que estamos orgullosos de su acciones positivas. Esto genera ni más ni menos que confianza, y esto es algo que necesitamos alimentar toda nuestra vida. Los padres al comienzo, y poco a poco iremos conociendo personas que nos importan lo suficiente como para tomar en cuenta sus aprobaciones o sus desaprobaciones. Al mismo tiempo nosotros estaremos apoyando o no las acciones de quienes nos rodean, y puede que alguien nos tome mas en cuenta que a los demás. La confianza es el motor de nuestro juego.

jueves, 25 de marzo de 2010

Reglas para ser competitivo según Michael Jordan.

Michael Jordan es uno de los mejores deportistas de la historia, y en el número 141 de la revista GOLFDIGEST, da unas reglas para ser competitivo. Si bien MJ fue jugador de baloncesto, el dice que en el plano mental tiene muchas cosas en común con el golf. Y yo digo que casi con cualquier deporte, incluido el fútbol. Vamos a verlo.
1) “Concéntrese en las cosas pequeñas. Muchas pequeñas hacen una grande.” Por ejemplo, entrenar pases y chutar a portería con la pierna “mala”, aprender a cabecear, etc. Dominar esas pequeñas cosas hacen un jugador mas completo.
2) “Tener confianza de que lo puedes hacer. Si se tiene el 100% de la confianza de que puedes hacer algo, la mayoría de las veces lo harás”. Esto pasa en el fútbol, en cualquier deporte y hasta en la vida. La confianza aumenta la seguridad y la concentración en lo que hacemos, como si nos apostásemos a que lo podemos hacer. Por ejemplo en el lanzamiento de un penalti o al realizar un pase largo a un compañero.
3) “No piense en el premio, piense en el trabajo. Prepararse, entrenar, perfeccionar, y luego llegarán los premios”. Esto es básico!! Y pueden preguntárselo al Madrid. Todo el año pensando en la final y terminan a la mitad del camino. Cada cosa a su tiempo y desde luego que el premio es lo último que hay que ponerse como objetivo. Esto, a mi modo de ver, vale para todo lo que hacemos en la vida.
4) “Hágalo simple”. Intentar hacer lo que sabemos que hacemos bien aumentará nuestra confianza, principalmente al principio de los partidos. Con la confianza a tope puede que salgan más cosas. El aumento de la confianza de cada integrante del equipo hace que este se vea reforzado. Si cada jugador hace lo que sabe hacer bien, el equipo lo hará bien.
5) “Controlar las emociones”, hasta que acabe el partido. A veces jugar muy bien una parte del partido, hace creer que la situación esta controlada e inconscientemente se baja el ritmo, dándole al rival la oportunidad de crecerse. Festejar en exceso un gol, puede sacar a un jugador o al equipo del partido por unos instantes. El objetivo es la victoria y el gol es un medio para alcanzarla.
6) “Utilizar los errores para motivarse a trabajar mas duro”. Otro aspecto que considero básico en el deporte y en la vida. Equivocarse para aprender, tropezarse para levantarse. No obsesionarse con el error, pero si con el trabajo para no volver a cometerlo.
7) “Me encanta hablar mal y hay todo un arte en sacarle ventaja de manera competitiva. Hablar con tacos y todo eso es un medio de obtener confianza y, hablar a la mente de tu oponente mientras esta intentando hacer cosas y presionarle un poco.” Lo que se dice comúnmente sacarlo del partido. El factor psicológico entra en escena. Extrafútbol puro y duro. Ya en mi nota de “los provocadores y sus víctimas” hablé bastante del tema. Dice MJ que el “no habla mal degradando a la gente ni se mete con sus padres ni nada”, pero seguro que MJ no dudaría en hacerlo, aunque después se disculpe al terminar el partido. Al terminar el partido dejamos de competir, nos comportamos como personas educadas. Cada cosa en su sitio.
8) “Estar nervioso no es algo malo. La clave esta en que los nervios desaparezcan cuando comienza el partido y se empieza a hace lo que se sabe”. Los nervios son indirectamente proporcionales a la confianza. A mas confianza menos nervios y viceversa. Tiene menos nervios el que ha estudiado para un examen que el que solo va con chuletas.

Espero que les halla gustado, a mi me resultó fascinante y estoy totalmente de acuerdo con este prodigio del deporte. Esta filosofía, además de sus condiciones atléticas fue lo que lo llevó a ser lo que es, una leyenda.

jueves, 11 de marzo de 2010

Los penaltis 2ª parte.

Hace un tiempo he visto en un documental algo muy curioso. Hablaba de la ciencia de los penaltis. Demostraba que en más de un 80% de los lanzamientos, el balón iba dirigido en la dirección que indicaba el pie de apoyo del lanzador. Después de eso, me puse a mirar lanzamientos de penaltis y comprobé con asombro que era verdad.
La cuestión es que todo pasa por una cuestión de equilibrio corporal. Cuando el lanzador decide enviar el balón a la derecha, por ejemplo, el golpeo del balón lleva a que su cuerpo se desplace de manera natural hacia la derecha. Lo mismo pasa si se decide lanzar a la izquierda o al centro. Lo primero que delata la intención del lanzador es su pie de apoyo, pues este se prepara para equilibrar el cuerpo luego del tiro.
Los jugadores con más técnica y con mucho entrenamiento, pueden disparar evitando que el pie de apoyo les delate. A pesar de todo, siempre tienen más posibilidades de fallar pues requiere un gesto antinatural de desplazamiento del equilibrio del cuerpo. Compruébenlo!! Intenten tirar un penalti hacia un palo con el pie de apoyo apuntando al palo contrario.
La “paradinha”. Quizás, que yo recuerde, el precursor de la famosa forma de tirar penaltis fue un jugador brasileño de los 80’s, el Dr. Sócrates. Lo de Doctor es porque además de jugador de fútbol era médico. El Dr. Llegaba casi andando hasta el balón, luego apoyaba su pie izquierdo al lado del balón y retrasaba su pierna derecha para soltar un pepinazo. Se puede ver en el mundial del 86 en el partido que ganó Brasil 4 a cero a Polonia.
Las distintas variantes de paradinhas se basan principalmente en el engaño al portero. La variación de la velocidad del lanzador puede hacer que el portero se mueva de su posición, dejándole al lanzador una clara elección de donde tirar el balón (cosa que no pasaba con Sócrates que las colgaba de la escuadra; ver en youtube). Resulta que quedó demostrado que la paradinha es una forma muy vistosa de lanzar penaltis, como el estilo Panenka, pero con un porcentaje mas bajo de acierto que el penalti tradicional. Principalmente porque los factores de riesgo se multiplican. Además de la técnica y la fuerza que se debe de tener para patear un balón a corta distancia, el lanzador parte con la desventaja (en la mayoría de los casos) de no saber donde dirigir el tiro. El mismo se decide en función de los movimientos del portero y eso requiere una improvisación en décimas de segundo que puede llevar al fallo. Principalmente si el portero no se mueve ante la paradinha del lanzador. Además, siempre es más difícil golpear el balón con 2 pasos de carrerilla que con más. Tiene además el riesgo añadido de que si se falla un penalti con paradinha o a lo Panenka, es más avergonzante y objeto de más burla que en el fallo tradicional. Preguntarle a Casquero jugando con el Getafe el año pasado en el Bernabeu!
Por último decir que la zona de la portería más receptiva para el gol, es la zona central. Más precisamente a la altura de la cabeza del portero. Esto se debe a que es más fácil para el lanzador si tiene una referencia a lo que lanzarle el balón. Como en casi un 95% de las veces, el portero se mueve lo suficiente como para no poder detener dicho lanzamiento. Aunque a veces algún portero se queda en el sitio y lo para, como por ejemplo Munúa hace 2 semanas en el partido Málaga – Xerez.
Este estudio no tiene en cuenta ningún factor extrafutbol ni el cansancio.

viernes, 5 de marzo de 2010

Los penaltis (parte uno)

Los penaltis son de esas cosas en el fútbol que para el aficionado, es bastante fácil. Pero son muchos los factores que inciden en la situación de lanzamiento de penalti. Casi todas recaen sobre el lanzador, ya que se asume como normal que un penalti acabe en gol. Esto libera de responsabilidad al portero y se la carga al lanzador.
El juego psicológico del fútbol (el extrafútbol) entra en escena. El lanzador es afectado por múltiples factores tales como, los ambientales, el público, la experiencia del portero y lo que el lanzador piensa de él, el desempeño del lanzador durante el partido hasta el momento del lanzamiento, la confianza que tienen sus compañeros y el entrenador, la presión del partido (lo que se juegue el equipo en ese partido), la experiencia del lanzador y el cansancio.
Los ambientales refieren al estado del campo. No es lo mismo chutar un penalti en un campo embarrado, en donde el lanzador tenga miedo de patinar en el momento del lanzamiento, que en otro en perfectas condiciones. Esa desconfianza puede llevar al error.
El público, en caso de haberlo, puede motivar y alentar al lanzador o todo lo contrario. Algunos equipos ubican astutamente a sus simpatizantes detrás la portería para distraer al lanzador rival. Es que todo lo que pase detrás de la portería puede distraer al lanzador y provocar el error. Como ejemplo esta la NBA. Cuando el rival lanza un personal, todo el público local detrás de la canasta, no para de hacer ruido, mover los brazos y hacer todo tipo de cosas para que el lanzador falle. En cambio cuando lanza el local, todo el mundo quieto y callado como en un entierro. Por eso que cuando el local lanza un penalti, lo mejor que puede hacer el público es apartarse de la portería en lugar de ponerse detrás.
La experiencia del portero y esa capacidad de adivinar la intención del lanzador, observando el lugar de la portería a donde se dirigen sus miradas. Buscar que el lanzador se ponga nervioso, demorando la ejecución con truco de extrafútbol como atarse el calzado por ejemplo. Todo tiempo que logre demorar es tiempo que puede poner nervioso al lanzador. Mirarle a los ojos de cerca, decirle cosas que lo saquen de su concentración. Como CESAR (portero del Valencia) le dijo a FORLÁN: “tíralo fuera”. Esa tontería hizo que Forlán tirara el penalti al centro de la portería, cosa que nunca hace! A lo mejor no tenía toda la seguridad necesaria para tirar como siempre. Tener un portero delante, que el lanzador reconoce como bueno, es más presión para el lanzador que sabe que tendrá que ajustar su tiro con el riesgo que ello conlleva.
Un lanzador al que el partido le esta saliendo redondo, tendrá mucha confianza a la hora de chutar un penalti. Pero si no está teniendo uno de sus mejores días, puede que el penalti sea una responsabilidad que no desee asumir. Al mismo tiempo, si no tiene compañeros que le estén discutiendo la posibilidad de tirarlo y con un entrenador que le apoye, puede que le sea más fácil. Nada peor que tener a varios compañeros discutiendo para tirar el penalti, o a un entrenador que elija a alguien que no este bien visto por el resto de los compañeros para esa responsabilidad. Por eso los penaltis hay que entrenarlos. Además le dará al entrenador una pista de quien puede tomar la responsabilidad según sea el momento. No es lo mismo tirar un penalti cuando ya se va ganando por 3 goles, que cuando va a decidir una eliminatoria.
Claro que el cansancio es un factor a tener en cuenta, pero lo considero mínimo. Es mi opinión, porque un jugador motivado y lleno de confianza patea un penalti con la cabeza si hace falta. El cansancio existe, pero en la mayoría de los casos es la cabeza que dice hasta donde se puede.
La fortaleza mental de un lanzador de penaltis es lo que hace la diferencia en un especialista.

martes, 16 de febrero de 2010

Ser listo o creerse listo.

Muchas veces en los partidos se dan situaciones para hacer pequeñas trampillas. Adelantar el balón en un saque de falta; adelantarse en un saque de banda; ir a buscar un balón que ha salido del campo (con el afán de perder tiempo); adelantarse pasito a pasito en la barrera; etc. Son cosas que se enseñan en los entrenamientos, se aprenden observando muchos partidos, o simplemente salen naturalmente. Todos intentan en mayor o menor medida, sacar una ventaja que saben que es ilegal. La mayor firmeza del árbitro para evitar estas trampillas es muchas veces mal visto por el jugador que intenta la treta, a sabiendas que no tiene razón! La más común es cuando los defensores se disponen a ejecutar un fuera de juego. En un 90% de las veces no se saca la falta del sitio, y cuando el árbitro exige que se retrase el balón hasta allí, el jugador lo retrasa 10cm cuando sabe que lo debe hacer 10 metros.

En los saques de puerta pasa más o menos lo mismo. Últimamente en el fútbol base y en peñas, algunos hacen el saque de puerta 20 o 30 cm. fuera del área de meta. No parece que fuese una distancia decisiva verdad? Es por el gusto de salirse de la regla y nada más.
El portero que va a por el balón que ha salido del campo, es otro de los clásicos para perder tiempo. Pero en este apartado la palma se la lleva el jugador que tiene un “ataque de rampas” en los minutos finales del partido. También puede aparecer el entrenador que intente llamar la atención del árbitro, para parar el partido. También en fútbol base se pide mucho al árbitro parar el partido para que un jugador se ate el calzado, siendo esto justificable sólo en el caso del portero (debido a los guantes).
Éstas y otras muchas formas de sacar pequeñas ventajillas, forman parte del conocimiento del extrafútbol. No es lo mismo querer hacer trampa que saber hacer trampa, es lo que diferencia al jugador listo del que cree serlo. En el fútbol como en las cartas, hay quienes tienen más habilidad que otras en saber hacer trampa. Para ello se necesita algo que ya viene en el ADN de algunos. Todos conocemos niños, algunos son más listos que otros aunque tengan las mismas experiencias, desarrollando habilidades diferentes.
En conclusión, la experiencia enseña muchas cosas, pero llevarlo a la práctica requiere ese toque personal que diferencia al verdadero listo. Muchos entrenadores y padres, intentan transmitir estos conceptos de extrafútbol a los niños del fútbol base. Me parece correcto porque es parte del fútbol, aunque no es conveniente que se les enseñe mientras están jugando un partido. Ocurre a menudo que entrenadores y/o padres le gritan al niño que hagan alguna trampilla según sea el caso. Por ejemplo, decirle al niño que ponga el balón más delante de donde ocurrió la falta. Esto pone en un aprieto al niño, que tiene que hacer caso al árbitro y al padre y/o entrenador. Todo esto sin mencionar el cabreo que pillan los rivales al escuchar los consejos tramposos que vienen del banquillo rival, generando un mal ambiente en el partido y poniendo en un aprieto al árbitro. Así pues, los consejos de extrafútbol “a grito pelao” desde la banda no ayudan a nadie, además de alertar al árbitro de la trampa.
En fin como siempre digo, FAIR PLAY… pero sólo a mi favor!!

viernes, 12 de febrero de 2010

Flaco favor de la prensa al deporte.

El flaco favor de la prensa al deporte.

Días y días leyendo en los periódicos que hay una conspiración arbitral contra un equipo u otro; que se equivocan a favor de uno u otros… UFFF!!
En la televisión esta la tele-basura del tomate y el hablar de la vida de los demás, con el resultado de que es lo que más audiencia tiene. Es lo que la gente ve, por lo tanto más horas de sálvame y otras del estilo.
Con la prensa deportiva esta pasando lo mismo. Han tirado la bola del “Villarato” y hace casi un mes que la tienen montada. Ríos de tinta corren desde Madrid en un sentido, mientras que desde Barcelona corren en el sentido contrario. La cuestión es, que unos y otros venden sus ideas a sus fanáticos buscando polarizar algo que ya esta polarizado, pues unos son de un equipo y otros del otro. A pesar que el vaso de agua es el mismo para los 2, unos miran la parte vacía mientras otros la llena. Hacen lo que sea para poder dar credibilidad al tinglado que ellos mismos montan, contando la mitad de la verdad que les interesa según convenga.
El 90% de la prensa deportiva se compone de opiniones de periodistas conocidos y otros no tanto, que les cuesta dios y ayuda ser objetivos. Esa falta de objetividad en las noticias, lleva al lector ingenuo a formar una idea errónea que es la semilla de más ideas erróneas. Pero no les importa porque las peleas venden, en la TV y en los periódicos.
Principalmente la campaña contra los árbitros, si prestan atención, ningún jugador se mete demasiado con ellos, pero la prensa se pone las botas. No importa que salgan los jugadores a desmentirlo, ellos siguen. Deteniéndose un poco a pensar seguro que usted sabe quien dice más verdades, los jugadores o los que quieren vender periódicos.
La madre de todas las noticias fue la del penalty que le pitaron al At. De Madrid en el Calderón. Sólo faltó que fueran a la casa del árbitro con las antorchas encendidas por la noche! Les explico la noticia: “han pitado como penalty una falta que fue a 1,65mts fuera del área!”… “ Y lo peor es que el línea no tuvo valor de contradecir al árbitro!” Las imágenes de la TV se detenían en el momento que el defensa del Racing hacía la zancadilla al jugador del Atlético, pero en la repetición del partido se mostraba que el jugador del Atlético intentó continuar, siendo agarrado de un pié por el defensa pero ya en la línea del área penal siendo entonces penalty. Esto último fue lo que pitó el árbitro y no la falta anterior a 1,65mts del área. El línea primero señala que es fuera pensando que se refería a la zancadilla, y luego de la comunicación vía pinganillo, acompaña al árbitro al área. En todo caso, si el árbitro se equivocó lo hizo por centímetros y no por 1,65mts como dice la prensa.
Por eso digo que la prensa como la TV está fomentando la ignorancia de aquellos que no diferencian entre la noticia y la opinión oportunista de los que sólo quieren vender. En el caso del fútbol, desprestigiar a los árbitros es dañar el deporte y es esto último lo más importante.
El fútbol es humano y como tal, el portero, el defensa, el mediocampista, el delantero, el entrenador y el árbitro pueden cometer errores. A partir de los errores todos tenemos derecho a expresar nuestra opinión al respecto, pero seremos más respetados en la medida que respetemos a los demás. Cuando seamos capaces de entender, que debajo de las equipaciones somos todos personas que intentamos dar lo mejor, podremos aceptar por igual que un delantero falle un gol a puerta vacía como que un árbitro pite un penalty por error. El día que eso pase no se escucharán tantos insultos, habrá mucha menos violencia y no le será tan fácil a la prensa vendernos cualquier trola que se les ocurra!!
Como dijo aquel: “AL LORO!”

miércoles, 10 de febrero de 2010

Como intentar evitar una tarjeta amarilla en una entrada o zancadilla.

Como intentar evitar una tarjeta amarilla en una entrada o zancadilla.

El fútbol es un deporte de contacto, y lo normal es que se cometan infracciones tales como zancadillas, entradas, agarrones, etc. Existe como todos saben un reglamento que el árbitro aplicará e interpretará (simultáneamente) según sea la circunstancia de la jugada. Hoy quiero centrarme exclusivamente en las zancadillas y las entradas.
Dice el reglamento que las zancadillas o entradas que el árbitro considere temerarias, serán merecedoras de tarjeta amarilla. Se distinguen estas de las entradas que el árbitro considera con uso de fuerza excesiva, que son las que ponen en riesgo la integridad física del rival. En tal caso el jugador se ira a los vestuarios con roja directa. Pero la mayoría de las faltas de este tipo son del tipo de las primeras. Y siempre es el árbitro que de acuerdo a la situación del partido y de la jugada en si, decide amonestar o no.
Muchas veces se ve en los partidos que el árbitro no amonesta una falta en los primeros minutos de partido, para luego amonestar la misma falta en la segunda parte. Que ocurre? Que la situación del partido ha cambiado. Es la misma falta pero en momentos de presión diferentes, tanto para el árbitro, como para los jugadores y el público. Los factores como la presión del público (si lo hay), la presión de los jugadores sobre el árbitro, el marcador del partido en ese momento, si el partido es trascendente o no, la zona del campo en donde se produce, etc. Sin embargo el reglamento es el mismo.
Pero la diferencia que puede ser definitiva, a la hora de que el árbitro le saque tarjeta amarilla a un jugador o no, es la reacción del infractor luego de cometer la falta. Un jugador que comete una falta (es decir cuando se la pitan), no debería de hacer de cuenta que no ha pasado nada. Un jugador que luego de cometer una falta no se disculpa con su rival, da la imagen de haberlo hecho a propósito y de no importarle las consecuencias de su acción. Esto como es normal, cabrea a la víctima, a sus compañeros y al público. Generando un mal ambiente en el partido y casi forzando al árbitro a sacarle tarjeta amarilla.
En cambio si en la misma jugada, el infractor tiene una actitud de disculpa y de preocupación con el rival (no con el árbitro), probablemente se salve de la tarjeta. Porque la situación es muy diferente a la anterior. Aunque el infractor se esté riendo (por dentro) de la falta que ha cometido, una buena actuación de preocupación puede ayudar a que en la próxima entrada el color de la tarjeta no sea el rojo. Y si de todas maneras el árbitro decide tirar de la tarjeta amarilla, puede que si hay otra infracción merecedora de tarjeta, el árbitro haga la “vista gorda”.
En todo caso, es inútil hacer la tonta señal de apuntar al balón luego de haber levantado al rival 2 metros por los aires (como hace Sergio Ramos por ejemplo). Y mucho menos salir gritando al árbitro para reclamarle que no ha sido falta. Esto sólo aumenta el riesgo de tarjeta, ya que si no es por la falta será por la protesta. Por lo general las protestas de este tipo no sólo llevan tarjeta amarilla sino que además, el árbitro lo tendrá muy en cuanta para el resto del partido. Hay que recordar que el árbitro es humano y no conozco a ninguno que le guste que le griten. Protestar al árbitro también es un arte, pero eso es para otra semana.

Equipación: la protección de los jugadores.

Equipación: La protección de los jugadores.

Hola, hoy quiero hablar de la protección de los jugadores de fútbol. Con el paso de los años el fútbol ha ido evolucionando. Ya los jugadores no se visten igual que en los años 50. La tecnología va haciendo su trabajo, consiguiendo camisetas más resistentes, pantalones más cómodos, calzados más ligeros, etc. También el reglamento del fútbol va incluyendo cosas como el uso obligatorio de las espinilleras. En sus comienzos el uso de espinilleras era considerado como signo de debilidad… casi que, el que las usaba era un maricón. Conforme las lesiones se fueron sucediendo y se comprobó que muchas se evitaban con el uso de las mismas, estas se hicieron obligatorias para el reglamento del fútbol en el apartado de la equipación de los jugadores.
El reglamento, como ya he dicho, solo contempla como OBLIGATORIO el uso de espinilleras. Pero luego hay algo que no viene en el reglamento como obligatorio, que queda a juicio del árbitro, como por ejemplo los vendajes o un gorro de lana. Podríamos llamar a estos últimos los PERMITIDOS. Las espinilleras antes de ser obligatorias fueron primero PERMITIDAS.
Cada vez son más los golpes en la cabeza que reciben los jugadores de fútbol. De un tiempo a esta parte la tecnología del balón ha ido cambiando el juego. Ya no son aquellas verdaderas “piedras” de cuero con las que se jugaba en los 30 o en los 50, en donde pegarle de cabeza era solo para expertos. La evolución del balón ha ido acelerando el juego a la vez que la velocidad del balón al golpearlo y también al recibir el pelotazo! También es más fácil jugarlo de forma aérea lo que ha multiplicado los cabezazos de los jugadores al mismo. Disputar el balón en el aire con otros rivales significó un aumento en los cabezazos entre los jugadores con sus consecuencias. Cada vez es más normal que en un partido halla por lo menos un cabezazo entre jugadores al disputar un balón. Por suerte la mayoría no terminan como el jugador del Inter Chivu con fractura craneal, pero es un aviso de que las cosas se están poniendo peligrosas por alla arriba. Esto último sin contar que también van en aumento los codazos o los golpes en la cara por jugadores que, la mayoría de las veces, intentan tomar distancia del rival para evitar el temible “COCAZO”.
Creo que ya esta todo listo como para dar un paso en el tema y alguien que tenga dinero y medios para hacerlo, introduzca el CASCO para jugadores de fútbol. No es ninguna novedad. Ya Peter Cech juega con casco (permitido) y algún otro jugador de una conocida peña de Tavernes también… un tal Juanba (perdón si me equivoco con el nombre). Los cascos que utilizan los jugadores de Rugby por ejemplo serian permitidos, ya que protegen al que lo usa y no dañan al contrario. Otro tema es lo que afecten al cabezazo al balón. En el rugby el balón no se cabecea, he ahí que el casco de fútbol debería contemplar ese aspecto en su construcción. Luego llegaría el momento en que los jugadores se acostumbren y tomen conciencia de lo que el casco les puede evitar a ellos y a los rivales… y a sus familias también.
El cambio de estilo de juego hace que el balón se cabecee cada vez más. La revista de USA “JOURNAL OF TRAUMA” ha realizado estudios referidos al impacto del balón con la cabeza y su efecto sobre el cerebro de los futbolistas. Nuestro cabeza no fue construida para ir cabeceando cosas, por lo tanto es un evento de riesgo para el cerebro que sufre “pequeños” daños al ir cabeceando el balón. Daños insignificantes que poco a poco, silenciosamente, al cabo de los años pueden convertirse en pequeños problemas (memoria, cálculo, etc.).
Por todo esto, creo que deberíamos concienciarnos que el uso del casco en el fútbol es importante. En este momento puede sonar revolucionario, pero las espinilleras en su momento también lo fueron. Te sentirías mas seguro jugando con casco?

La motivación en la base de toda gran victoria.

La motivación en la base de toda gran victoria.

En la historia del fútbol son muchos los partidos en los que se han dado resultados inesperados, ya sea por la superioridad manifiesta de la calidad de un equipo ante otro o, por la estadística de los partidos anteriores. Es cierto que la mayoría de las veces la lógica se cumple, pero en el fútbol esto es algo de lo que no es conveniente fiarse y por eso se dice que “los partidos hay que jugarlos para ganarlos”.
Quizás de los partidos históricos el más importante fue el famoso Maracanazo en la final de la copa del mundo de 1950 en Brasil, en el que Uruguay contra todo pronóstico se llevó el titulo ante 120.000 personas. A partir de ahí a toda gesta similar se le asoció a este hito en la historia, y lo seguirá siendo cada vez que ocurra un batacazo inesperado como el reciente alcorconazo.
Pero que sucede en realidad? Tomaré como ejemplo el Alcorcón (que es el que tenemos más fresco). No es creíble que en el vestuario del Alcorcón hubiese un brujo que les hiciera tomar algo para que jugaran como el Brasil de Pelé. Tampoco que los jugadores del Madrid se olvidaran de jugar, a pesar de su clara superioridad en lo técnico y lo físico. Lo que pasa es que hay algo mas en el fútbol que estas 2 cosas, y eso es LA MOTIVACIÓN. Lo es en la vida diaria para todo y claro que para el fútbol también. No hace falta que ponga ejemplos, cada uno sabe que cuando tiene ganas de hacer algo, no solo lo hace sino que además lo hace bien y se siente orgulloso de haberlo hecho.
La motivación es algo personal y es el resultado de una infinita lista de cosas tales como los factores ambientales (frió, calor, etc.), la situación personal (problemas económicos, familiares, amigos, etc.), y también físicos. El resultado de estos y la mentalidad de la persona pueden ser determinantes para una mayor o menor motivación. Además de todo esto influye la “satisfacción” y la “recompensa” por lograr el objetivo. Entre estos, distingo como más importante la satisfacción porque es el sentimiento por haber logrado lo que uno deseaba. Es el resultado del trabajo bien hecho del que nos sentimos protagonistas. La alegría del festejar una victoria es la expresión de la satisfacción.
En cambio la recompensa va en relación a lo material. El premio material como una cantidad de dinero por conseguir el objetivo o, la madre que le regala una moto a la hija por pasar de curso por ejemplo. La recompensa puede ser un arma de doble filo y que puede distraer de lo realmente importante que es concentrarse en el trabajo. Si la recompensa motiva más que el trabajo que hay que hacer para conseguirla… entonces hay un serio problema. No se puede negar que a veces funciona, pero hay que tener cuidado.
Por eso es importante la figura del entrenador y la del capitán de un equipo, para “ponerle las pilas al grupo” y para hacer que todos estén motivados para ganar el partido. Como complemento, en los más importantes equipos y en selecciones como la de Brasil (por ejemplo), hay un equipo de Psicólogos que observan e incluso proponen actividades para lograr un grupo unido para motivarse al máximo.
Cuando una plantilla esta con la motivación por las nubes, la concentración y el sacrificio físico aumenta, algo que el Madrid no tuvo por estar pensando que era un trámite. Al final quedó claro que la motivación supera la lógica del fútbol, haciendo buena la frase de “la fe mueve montañas”.-