martes, 23 de noviembre de 2010

Tocar el balón no es garantía de impunidad.

Una de las creencias más asumidas en el mundo del fútbol, es la de que un defensor que realice una entrada y toque primero el balón, no será sancionado con falta si luego arrolla o golpea al rival. Es decir, si toca el balón primero todo lo que pase después no se castiga.
El reglamento del fútbol en su regla Nº12 distingue entre infracciones imprudentes, temerarias y con uso de fuerza excesiva, por orden de gravedad respectivamente. Por ejemplo las acciones “temerarias” dice textualmente: “…que el jugador realiza una acción sin tener en cuenta el riesgo o las consecuencias para su adversario”. Como ven no dice nada de exculpar al jugador si toca el balón antes del contacto al rival. Queda entonces a criterio del árbitro el poner el listón de cuando una acción es lo suficientemente fuerte como para pitar y sancionar con tarjeta amarilla o roja según crea conveniente.
Todos hemos visto alguna vez entradas fuertes que aún tocando el balón primero, lesionan al rival con el golpe que se produce inmediatamente después. Principalmente esas entradas a ras de suelo a toda velocidad, en donde el riesgo de golpear al rival es alto y que en caso de no tocar el balón podría ser perfectamente tarjeta roja.
Si bien es cierto que esa ley no escrita de la impunidad a condición de tocar el balón seguirá primando en el fútbol, puede que con buen criterio el árbitro pite falta y saque tarjeta contra aquel jugador que realiza una acción temeraria o con uso de una fuerza excesiva, aún tocando el balón antes que al rival.
Así pues, a no sorprenderse si algún día pasa esto, que dependerá de la acción en si y del criterio que el árbitro adopte, debiendo velar principalmente por la integridad física de los jugadores.

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