Hace un tiempo he visto en un documental algo muy curioso. Hablaba de la ciencia de los penaltis. Demostraba que en más de un 80% de los lanzamientos, el balón iba dirigido en la dirección que indicaba el pie de apoyo del lanzador. Después de eso, me puse a mirar lanzamientos de penaltis y comprobé con asombro que era verdad.
La cuestión es que todo pasa por una cuestión de equilibrio corporal. Cuando el lanzador decide enviar el balón a la derecha, por ejemplo, el golpeo del balón lleva a que su cuerpo se desplace de manera natural hacia la derecha. Lo mismo pasa si se decide lanzar a la izquierda o al centro. Lo primero que delata la intención del lanzador es su pie de apoyo, pues este se prepara para equilibrar el cuerpo luego del tiro.
Los jugadores con más técnica y con mucho entrenamiento, pueden disparar evitando que el pie de apoyo les delate. A pesar de todo, siempre tienen más posibilidades de fallar pues requiere un gesto antinatural de desplazamiento del equilibrio del cuerpo. Compruébenlo!! Intenten tirar un penalti hacia un palo con el pie de apoyo apuntando al palo contrario.
La “paradinha”. Quizás, que yo recuerde, el precursor de la famosa forma de tirar penaltis fue un jugador brasileño de los 80’s, el Dr. Sócrates. Lo de Doctor es porque además de jugador de fútbol era médico. El Dr. Llegaba casi andando hasta el balón, luego apoyaba su pie izquierdo al lado del balón y retrasaba su pierna derecha para soltar un pepinazo. Se puede ver en el mundial del 86 en el partido que ganó Brasil 4 a cero a Polonia.
Las distintas variantes de paradinhas se basan principalmente en el engaño al portero. La variación de la velocidad del lanzador puede hacer que el portero se mueva de su posición, dejándole al lanzador una clara elección de donde tirar el balón (cosa que no pasaba con Sócrates que las colgaba de la escuadra; ver en youtube). Resulta que quedó demostrado que la paradinha es una forma muy vistosa de lanzar penaltis, como el estilo Panenka, pero con un porcentaje mas bajo de acierto que el penalti tradicional. Principalmente porque los factores de riesgo se multiplican. Además de la técnica y la fuerza que se debe de tener para patear un balón a corta distancia, el lanzador parte con la desventaja (en la mayoría de los casos) de no saber donde dirigir el tiro. El mismo se decide en función de los movimientos del portero y eso requiere una improvisación en décimas de segundo que puede llevar al fallo. Principalmente si el portero no se mueve ante la paradinha del lanzador. Además, siempre es más difícil golpear el balón con 2 pasos de carrerilla que con más. Tiene además el riesgo añadido de que si se falla un penalti con paradinha o a lo Panenka, es más avergonzante y objeto de más burla que en el fallo tradicional. Preguntarle a Casquero jugando con el Getafe el año pasado en el Bernabeu!
Por último decir que la zona de la portería más receptiva para el gol, es la zona central. Más precisamente a la altura de la cabeza del portero. Esto se debe a que es más fácil para el lanzador si tiene una referencia a lo que lanzarle el balón. Como en casi un 95% de las veces, el portero se mueve lo suficiente como para no poder detener dicho lanzamiento. Aunque a veces algún portero se queda en el sitio y lo para, como por ejemplo Munúa hace 2 semanas en el partido Málaga – Xerez.
Este estudio no tiene en cuenta ningún factor extrafutbol ni el cansancio.
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