El partido del Barcelona e Inter esta semana ha pasado a la historia del fútbol como una de las partidas tácticas más tremendas de la historia (de la historia que conozco). Pero por encima de todo ha abierto el debate eterno de cómo debería ser jugado el fútbol. Fútbol bonito de espectáculo o fútbol destructivo y resultadista. En el principio lo esta todo, FÚTBOL. Lo demás es cuestión de gustos y los hay tantos como personas en la tierra que amen este deporte. Es un deporte en el que se deben cumplir ciertas reglas, y dentro de éstas es en donde se puede jugar. No hay reglas ni manuales de cómo se debe jugar, pero dentro de las reglas del deporte. Y lo más importante, a la historia pasa el que gana y no el que juega bonito. En estos niveles se juega para ganar y mientras se gane lo demás es accesorio. Quien no le cambiaría al Inter jugar la final?
Mal que le pese a mucha gente, el fútbol se puede jugar como lo hizo el Inter en el Camp Nou. Y más allá de los gustos y del equipo que sea simpatizante, hay que ser objetivos y reconocer que jugar como lo hizo el equipo de Mourinho es muy difícil y que además le salga bien es todavía más difícil. Primero que nada requiere un convencimiento total por parte de los jugadores de que lo que dice el entrenador es el camino a la victoria (clasificación). Y eso en un equipo de más de 20 personas (incluidos ayudantes), es muy difícil de lograr. Cada integrante del equipo tiene que dejar de lado su idea de jugar al fútbol para jugar como su entrenador le pide. Hacer lo que se le pide y hacerlo durante todo el partido, con la concentración suficiente para no cometer errores. Cada jugador se convierte entonces en un engranaje de una máquina y no en una persona con ideas propias dentro del campo. Siguen ciegamente las instrucciones y cumplen a rajatabla lo que su entrenador les pide. Y esto sólo se puede conseguir si cada integrante del equipo cree en su entrenador. Ni 200 entrenamientos serían eficaces si la plantilla no esta convencida de que lo que el entrenador pide es la forma de alcanzar la victoria. O acaso alguien piensa que jugadores como Milito, Sneijder o Eto’o les gusta jugar como lo hicieron. Seguramente hubiesen preferido jugar diferente, pero respetaron y se comprometieron con el equipo y con las ideas de su entrenador.
Una vez la plantilla esta convencida, comprometida y unida, la concentración es la clave. Es imposible que un jugador se mantenga concentrado por sí solo durante todo un partido y más teniendo a 90 mil personas en tu contra. Es necesario que siempre halla alguien “poniéndote las pilas” cuando la situación lo requiere. Esta es la base de lo que se llama experiencia. Un jugador con experiencia detecta estos momentos y grita, ordena, manda a sus compañeros. Que decir que la experiencia esta relacionada con la edad, es algo lógico pero que muchas veces no se está dispuesto a aceptar. Los partidos importantes de clubes, de selecciones, los mundiales, las victorias, las derrotas, los compañeros y los equipos diferentes en los que se ha estado y a los que se ha enfrentado, etc., a más edad mas experiencia. Y en este partido la experiencia jugó otro papel importante. El Inter con 7 jugadores con 30 años o más a los que luego se les sumó Samuel (32), todos ellos jugadores indiscutibles en su respectivas selecciones nacionales y liderados por un admirable J. Zanetti con 37 años!! En España sería viejo hasta para una peña! Además, excepto Milito, todos ellos especialistas en labores defensivas (Córdoba, Zanetti, Samuel, Chivu, Cambiaso, Lucio y el portero Julio Cesar).
En el Barcelona también hay 7 con 30 años o más pero de ellos sólo jugaron Xavi (30), Keita (30) y Milito (30). Y de estos 3 la experiencia de Keita no se acerca ni de lejos a ninguno de los del Inter.
La clasificación del Inter fue un triunfo de un equipo que ha creído en su entrenador, comprometido y convencido de que lo que hacía era lo correcto. Todo esto apoyándose en la experiencia de su jugadores y porque no, en un poco de suerte. No se puede ser simplista y decir que jugar como el Inter es fácil, y ya me gustaría leer algún comentario de un entrenador para que opine al respecto. Los gustos son otra cosa. A mi también me gusta más el fútbol como lo juega el Barcelona pero como en la vida, hay más de una forma de salir adelante y el Inter nos ha mostrado otra.
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