Los porteros y los jugadores de mediocampo.
En la 1ª parte había terminado hablando de la presión de los delanteros en la salida del balón del equipo rival. Éstas presiones a los defensas le dan al portero un nuevo rol. Los equipos necesitan que el portero sepa manejar el balón con los pies, de esta manera el equipo puede manejar el balón con más soltura ante la presión rival. Esta es otra consecuencia del fútbol moderno que afecta al portero, debe saber jugar el balón con el pie.
Un portero con estas características da más oportunidades al equipo para conservar el balón y da también, más seguridad a sus defensas que saben que pueden contar con un jugador más para pasarle el balón. Es de agradecer también que tenga una visión de juego que le permita poner pases precisos para lanzar contragolpes. Un portero capaz de sacar de manera rápida y precisa pases a sus compañeros, da mayores oportunidades de gol al equipo. Por tanto el entrenamiento de un portero ya no se basa solo en tirarle pelotazos, además debe entrenar pases y debe entrenar con el balón en sus pies, algo poco habitual hace no mucho tiempo.
Pero quizás el cambio más notorio de este fútbol moderno se ve en el mediocampo. Hemos pasado de tener jugadores especialistas a tenerlos de especialidades “mixtas”. El fútbol moderno necesita que todos sean capaces de defender y atacar. Es por eso que el típico “10” que esperaba a que le dieran el balón para lanzar a su equipo al ataque o, el típico “5” (mediocentro defensivo) que era un especialista en recuperar balones y pasárselo al compañero más cercano, están extinguiéndose.
Algunos supervivientes de “10” podrían ser Tutti, Riquelme, Verón o Xavi Hernández (el mejor en su posición), aunque Xavi tiene más sacrificio defensivo que los otros. En el caso de los recuperadores “5”, sucede algo parecido aunque su proceso de extinción es más lento que el del “10”. Le cuesta mucho más a un equipo desprenderse de un jugador que recupere muchos balones, aunque con el balón sea un negado.
Hoy por hoy el “5” modélico podría ser un jugador como Xavi Alonso o Busquets, capaces de recuperar, realizar con éxito pases cortos y largos y tener un control de balón aceptable. Más allá de los nombres, se trata de jugadores de múltiples cualidades en lugar de una o dos, dando el término de “todocampistas” o jugadores “box to Box” como dicen el Inglaterra, capaces de marcar diferencias en el área rival y defender en la propia.
Además del salto técnico que supone esta nueva forma de entender el fútbol, con un entrenamiento mucho más completo técnicamente, supone un cambio dramático en lo que refiere al entrenamiento físico. Porque el jugador ya no se ciñe a una parcela específica del terreno de juego y además, tiene actividad cuando el equipo defiende y cuando ataca, descolgándose al área rival y haciendo las coberturas a los compañeros que no están cubriendo su posición. Éstos jugadores han multiplicado por 2 veces o más su trabajo físico durante un partido, lo que requiere un entrenamiento que dudo mucho que tuviesen los jugadores de los años 80 por ejemplo. Por otro lado, necesitan un entrenamiento más polifacético y deben entrenar todos los aspectos del juego (en defensa y en ataque). Todo esto sumado a que cada vez se juegan más partidos por año, hace que los jugadores se lesionen cada vez más y duren menos años jugando en la élite. Los jugadores son exprimidos por sus clubes desde cada vez más temprana edad hasta los 30 años aproximadamente, para luego dar paso a otros nuevos. Prodigios físicos como Zanetti siempre serán la excepción, pero también necesitan de entrenadores y directivos que los apoyen y crean en ellos antes de quitárselos de encima como simple mercancía, aún rindiendo en el campo!
Pero no debemos olvidar que el fútbol es dinero y por lo tanto un negocio que tiene como excusa el deporte, desde el punto de vista empresarial. Esto requiere cada vez más partidos y un movimiento de mercado en el que necesariamente entran los jugadores, pero esto es para otro articulo…
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