Interesándome un poco en el tema he decidido indagar en las plantillas más importantes de Europa y me he encontrado en este tema una clara diferencia con el fútbol español, la edad va por delante del rendimiento futbolístico en España. Mientras que en el resto de Europa el rendimiento en el campo es lo que cuenta, en la liga española se mira antes la edad a la hora de decidir si un jugador debe continuar en una plantilla.
A lo mejor para muchos no es ninguna novedad lo que estoy contando, pero con los datos en la mano es todavía más sorprendente. Por regla general en el fútbol español se dice que un jugador es veterano cuando sobrepasa los 30 años de edad, y comienza a “buscarse un sustituto”. Luego esos jugadores despreciados triunfan en otras ligas, lo que quiere decir que a lo mejor no eran tan malos después de todo. Estudiando las grandes ligas como la italiana y la inglesa, el promedio de edad se dispara escandalosamente en comparación con la nuestra.
En el caso de la Premier el Manchester U. cuenta con 7 jugadores mayores de 30 años de los cuales 5 son titulares indiscutibles, ellos son: Van der Sar (39), Neville (35), Ferdinand (31), Owen (31) y Scholes (36). Sin contar con 2 que suelen ser suplentes pero casi siempre juegan como Giggs (37) y Brown (31). El Chelsea, tiene ni más ni menos que 12 jugadores de estas características, y casi todos titulares indiscutidos! Ashley Cole, Terry y Malouda (30); Anelka y Ferreira (31); Carvalho, un tal Lampard y Drogba (32); Deco (33); Belletti y Ballack (34) e Hilario (35) que no juega casi nunca por ser suplente de Cech.
Como todos saben y se imaginan el caso de la liga Calcio es todavía más notorio. La Juventus tiene la friolera de 14 jugadores de 30 o más y claro esta, son casi todos titulares indiscutidos: Poulsen y Amauri (30); Iaquinta (31); Buffon y Zebina (32); Grosso, Salihamidzic y Trezeguet (33); Legrottalie y Camoranesi (34); Del Piero (36) y Cannavaro (37) que este año ya no renueva con la Juve. Hay que incluir también a los 2 porteros suplentes que también pasan los 30.
El Milan tiene 13, Ronaldinho (30), Kaladze y Gattuso (32), Zambrotta, Jankulovski y Ambrisini (33), Nesta, Oddo y un tal Seedorf (34), Beckham (35) y Dida e Inzaghi (37). Estos “abuelitos” le ganaron al Madrid. Para terminar Italia tenemos a los campeones de Europa, el Inter que tiene 9: Cambiaso y Chivu (30), Julio Cesar y Milito (31), Samuel y Lucio (32), Córdoba (34), Materazzi (35) y el gran capitán Zanetti (37).
En nuestra Liga he visto al Barcelona con 8 pero como verán algunos no muy influyentes: Xavi, Keita y Milito (30); Márquez y Abidal (31), Puyol (32) que lo querían jubilar con Chigrinski pero hubo que rendirse a la evidencia; Henry (33) que ya se va, al igual que Pinto (35) que nuca pintó nada. Aquí pilares solo podemos contar a Puyol y Xavi, porque los otros han ido alternando pero no son fijos en el equipo.
Pero el caso más escandaloso es el Madrid con 4 jugadores de 30 o más: Metzelder (30) que ya se fue; Raúl (33) que a menos que Mourinho lo evite también se va; Guti (34) que está igual que Raúl; y Dudek (37) que está para repartir las toallas. Sólo Guti contó a último momento porque no había nadie que hiciera lo que él. Y que decir de Roberto Carlos que con 36 años está corriendo a los galgos de la liga brasilera!! A lo mejor no tiene estado físico no?
En definitiva, resulta evidente que hay una diferencia importante en el promedio de edad entre nuestra liga con la inglesa y la italiana. Muchas teorías podemos hacer, pero parece claro que la velocidad de juego podría ser un factor, aunque en la Premier no van andando precisamente. El movimiento de mercado podría ser otro factor, ya que un nuevo fichaje siempre lleva a un ingreso fresco de dinero producto del merchandising. Pero tampoco vale esta porque estoy seguro que si algún equipo comprara a Lampard por ejemplo, se venderían muchas camisetas también. Comprar jugadores jóvenes para que no se lesionen tampoco parece muy fiable. Zanetti con 37 años se lesionó menos que Kaká o Iniesta por ejemplo.
Bueno, se puede opinar mucho de este tema pero parece poco probable que encontremos una única respuesta. Cada uno puede formarse una teoría, pero parece claro que nuestra liga tiene la costumbre de jubilar jugadores, muchas veces antes de tiempo, y luego vuelven con otros equipos y son figuras. Bonito tema para la hora del bocadillo…
viernes, 28 de mayo de 2010
viernes, 21 de mayo de 2010
Los equipos con inferioridad numérica juegan mejor?
Porqué se escucha tantas veces que un equipo juega mejor con 10 que con 11? Qué es lo que pasa para que un equipo con inferioridad destaque sobre el otro? Incluso muchas veces el equipo con más jugadores pasa de dominador a dominado luego de la expulsión rival. Por qué? Como muchas veces pasa, una cosa es la teoría y otra la práctica. Lo normal es que el equipo con más jugadores sea el dominador y se lleve el partido, y la mayoría de las veces asi sucede. Pero el juego del fútbol, como tantas veces digo, es un juego en que la actitud y la concentración supera a cualquier pizarra y a cualquier lógica.
Como la mayoría de los que leen este artículo son personas que juegan o que han jugado al fútbol, todos alguna vez han estado en un equipo con inferioridad numérica y otras veces al contrario. Es casi imposible abstraerse de la situación para unos y otros. El jugador que juega en el equipo con superioridad tiende a relajarse, piensa que es un alivio y que será más fácil ganar el encuentro. Esto lleva a un bajada de concentración, a dejarse llevar a lo largo del partido no dándose prisa por buscar la portería contraria... tarde o temprano llegará el gol. Se tiende a pensar que lo que hay que hacer es mover el balón, pero eso suele confundirse con pases laterales y sin profundidad dejando correr el tiempo peligrosamente. La defensa se relaja más y algún jugador se aventura más al ataque, dejando sin darse cuenta más hueco para el contragolpe rival. Si en una de esas el equipo rival hace un gol, la paciencia, la relajación y la baja concentración deja paso al nerviosismo. Nerviosismo agravado aún más por estar perdiendo contra un equipo que juega en inferioridad, lo que lo hace una presión extra que si fuese un partido en condiciones numéricas igualadas, pues sienten más la responsabilidad. Ésta situación puede terminar peor si el equipo contrario saca provecho de ese nerviosismo y convierte otro gol o incluso desquicia a un rival e iguala el número de jugadores producto de una expulsión.
El equipo con inferoridad numérica en cambio, se libera absolutamente de la responsabilidad de ganar porque ese deber ahora lo tiene el equipo contrario, la presión pasa entonces al rival. El jugador que esta en este equipo (el de inferioridad) aumenta significativamente la concentración y la entrega física. Si además la plantilla tiene un nivel alto de compañerismo, si esta unida y bien conjuntada, tiene mucho ganado al equipo “relajado con superioridad”. Aumenta el compromiso de cada jugador para sacar el partido adelante, y es ahi que tienen que destacar el capitán y todos los jugadores importantes del equipo para hacerle creer a sus compañeros que ES POSIBLE. Creer en ello es la base, y si todos los jugadores creen que realmente es posible, seguramente lo será. La experiencia juega un papel clave, ni que decirlo, a la hora de detener el juego o relentizarlo, sabiendo que cada minuto pone más nervioso al equipo rival. También influye en lo anterior, es decir, en el impulso psicológico a los compañeros para que crean que es posible.
Quizás por todo esto sea más dificil ganarle a un equipo con menos jugadores que a otro en igualdad de condiciones, siempre y cuando el equipo con inferioridad este comprometido y crea en sus posibilidades! El caso del Inter contra el Barcelona o el reciente del Gandia contra la Roda, son ejemplos claros de como el compromiso, la actitud, la concentración y sobre todo el CREER QUE ES POSIBLE, puede superar a cualquier lógica que subestime el factor humano que tiene el fútbol.
Como la mayoría de los que leen este artículo son personas que juegan o que han jugado al fútbol, todos alguna vez han estado en un equipo con inferioridad numérica y otras veces al contrario. Es casi imposible abstraerse de la situación para unos y otros. El jugador que juega en el equipo con superioridad tiende a relajarse, piensa que es un alivio y que será más fácil ganar el encuentro. Esto lleva a un bajada de concentración, a dejarse llevar a lo largo del partido no dándose prisa por buscar la portería contraria... tarde o temprano llegará el gol. Se tiende a pensar que lo que hay que hacer es mover el balón, pero eso suele confundirse con pases laterales y sin profundidad dejando correr el tiempo peligrosamente. La defensa se relaja más y algún jugador se aventura más al ataque, dejando sin darse cuenta más hueco para el contragolpe rival. Si en una de esas el equipo rival hace un gol, la paciencia, la relajación y la baja concentración deja paso al nerviosismo. Nerviosismo agravado aún más por estar perdiendo contra un equipo que juega en inferioridad, lo que lo hace una presión extra que si fuese un partido en condiciones numéricas igualadas, pues sienten más la responsabilidad. Ésta situación puede terminar peor si el equipo contrario saca provecho de ese nerviosismo y convierte otro gol o incluso desquicia a un rival e iguala el número de jugadores producto de una expulsión.
El equipo con inferoridad numérica en cambio, se libera absolutamente de la responsabilidad de ganar porque ese deber ahora lo tiene el equipo contrario, la presión pasa entonces al rival. El jugador que esta en este equipo (el de inferioridad) aumenta significativamente la concentración y la entrega física. Si además la plantilla tiene un nivel alto de compañerismo, si esta unida y bien conjuntada, tiene mucho ganado al equipo “relajado con superioridad”. Aumenta el compromiso de cada jugador para sacar el partido adelante, y es ahi que tienen que destacar el capitán y todos los jugadores importantes del equipo para hacerle creer a sus compañeros que ES POSIBLE. Creer en ello es la base, y si todos los jugadores creen que realmente es posible, seguramente lo será. La experiencia juega un papel clave, ni que decirlo, a la hora de detener el juego o relentizarlo, sabiendo que cada minuto pone más nervioso al equipo rival. También influye en lo anterior, es decir, en el impulso psicológico a los compañeros para que crean que es posible.
Quizás por todo esto sea más dificil ganarle a un equipo con menos jugadores que a otro en igualdad de condiciones, siempre y cuando el equipo con inferioridad este comprometido y crea en sus posibilidades! El caso del Inter contra el Barcelona o el reciente del Gandia contra la Roda, son ejemplos claros de como el compromiso, la actitud, la concentración y sobre todo el CREER QUE ES POSIBLE, puede superar a cualquier lógica que subestime el factor humano que tiene el fútbol.
domingo, 9 de mayo de 2010
La otra lectura del futbol base.
Principalmente en el fútbol base, desde prebenjamines hasta juveniles, parece que se chocan 2 corrientes que en principio parecen antagónicas. Una apoyada en la teoría de que el fútbol es sólo para divertirse (el resultado es lo de menos) y la otra, con el concepto de jugar al fútbol de forma competitiva (en la búsqueda del resultado). Los primeros parecen tener prohibida la palabra “competir” y los otros evitan la de “divertirse” en el sentido de no tomárselo demasiado en serio. Sin embargo ambos puntos de vista transmiten valores y modelan la personalidad de los jugadores, además de desarrollar su físico producto de la actividad deportiva.
Como decía, en la rama de los defensores de la diversión tenemos el ejemplo del Sueca United. Probablemente sean de los equipos más educados y con más valores que he conocido, además de divertirse en el campo y fuera del mismo. Lo único que pierden sus partidos por una media de 14 goles. ¿Cuantos hijos y cuantos padres les gustaría participar de un equipo asi en un campeonato? No deben de haber muchos porque Sueca United solo hay uno, y la federación no los tira porque no puede, porque sino…
Parece entonces que todos los demás, en todas las categorías, están en la línea de concebir el fútbol como un deporte en el que al final hay un resultado en el que unos ganan, otros pierden y a veces también se empata. Ni más ni menos que la palabra competencia sale a escena. Jugar para competir, competir para ganar. No hay que escandalizarse por esto ultimo, demostraré que no esta reñido con la educación y los valores.
El fútbol es tan maravilloso que es como ver a la vida misma. Casi todo lo que pasa en el fútbol tiene su paralelo en la vida diaria de las personas. Jugar fútbol desde niño prepara para la vida principalmente en el plano de la personalidad mas que en lo físico, que como todo el mundo sabe lo mejor es la natación. Es un deporte de equipo que impulsa la relación con otras personas con el objetivo común de la victoria, y todo ello con un entrenador al frente. Como en muchos trabajos, unos necesitan de otros para que el producto final sea lo suficientemente bueno como para que se pueda vivir de él, con un jefe que dirige y ordena a sus empleados, justo como en un equipo de fútbol. Esto lleva consigo el respeto al compañero que trabaja con nosotros y el respeto a la autoridad, en el caso del fútbol el entrenador.
Mirar el fútbol de una forma competitiva es también mirar la realidad que nos rodea. El mundo en el que vivimos es una competencia constante con uno mismo y contra todos los demás, en donde solo triunfan los más preparados. Y el que tiene la suerte de triunfar, ya sea por méritos propios o ajenos, debe seguir luchando para mantenerse o seguir buscando nuevas metas o en caso contrario, siempre surgirá alguien que le sustituirá. Ver la semejanza del jugador que consigue la titularidad en un equipo y deja de exigirse por creer que ya no le hace falta mejorar (total ya me alcanza para ser titular), hasta que un día llega el nuevo y lo sienta en el banquillo. En este aspecto no parece demasiado diferente el fútbol a la vida después de todo.
Quizás sea exagerado cuando se habla de categorías de fútbol 7, pero de infantil en adelante no me parece mal, opinaría que sería hasta provechoso. La disciplina, el entrenamiento, el esfuerzo, el compromiso, el compañerismo, el espíritu de equipo, el saber ganar, el saber perder, el respeto al entrenador, a los compañeros, a los rivales, al árbitro. ¿Acaso todo esto no es la base para una personalidad que a futuro puede traducirse en una actitud ante la vida que viene por delante? No se acuestan los padres pensando: ¿a que colegio lo voy a mandar? ¿Que idiomas puedo hacerle estudiar? ¿Qué experiencia le puedo contar, para transmitirle todo lo que yo (padre) no supe aprovechar a su edad? Y sin embargo lo mas importante es la actitud que tenga el niño, si pasa de todo da igual lo que le enseñen o digan.
Visto de esta manera el entrenador puede convertirse en una de las personas más influyentes en la formación del niño, y todo ello favorecido porque éste esta haciendo algo que le gusta, jugar al fútbol. El entrenador es entonces, a veces sin planteárselo, un profesor más que exige a los niños y adolescentes a ser de una determinada manera. No es mejor entrenador cuanto menos exigente sea y de la misma manera, serlo demasiado puede ser contraproducente. El entrenador también aprende de sus jugadores y sabrá cuando apretar las tuercas y cuando no.
Si un entrenador esta trabajando, muy mal hacen los padres en meterse en el medio, pues entorpeciendo su labor pueden desviar todo lo anterior. Es como ir al colegio y sentarse a su lado, o tal vez en el futuro también vaya a hablar con su jefe en el trabajo para que le de un aumento!! No significa dejar de quererlo o defenderlo, se trata de que en el fútbol también esta aprendiendo.
Entonces, tener un cierto nivel de exigencia es algo que, sin darse cuenta, lo valorarán en el futuro. Jugar en un equipo, ser parte de él, ser titular, ganar un partido, un campeonato, aprobar un curso, conseguir un trabajo, montar una empresa… Todo requiere esfuerzo y sacrificio, lo vivimos todos los días…
Como decía, en la rama de los defensores de la diversión tenemos el ejemplo del Sueca United. Probablemente sean de los equipos más educados y con más valores que he conocido, además de divertirse en el campo y fuera del mismo. Lo único que pierden sus partidos por una media de 14 goles. ¿Cuantos hijos y cuantos padres les gustaría participar de un equipo asi en un campeonato? No deben de haber muchos porque Sueca United solo hay uno, y la federación no los tira porque no puede, porque sino…
Parece entonces que todos los demás, en todas las categorías, están en la línea de concebir el fútbol como un deporte en el que al final hay un resultado en el que unos ganan, otros pierden y a veces también se empata. Ni más ni menos que la palabra competencia sale a escena. Jugar para competir, competir para ganar. No hay que escandalizarse por esto ultimo, demostraré que no esta reñido con la educación y los valores.
El fútbol es tan maravilloso que es como ver a la vida misma. Casi todo lo que pasa en el fútbol tiene su paralelo en la vida diaria de las personas. Jugar fútbol desde niño prepara para la vida principalmente en el plano de la personalidad mas que en lo físico, que como todo el mundo sabe lo mejor es la natación. Es un deporte de equipo que impulsa la relación con otras personas con el objetivo común de la victoria, y todo ello con un entrenador al frente. Como en muchos trabajos, unos necesitan de otros para que el producto final sea lo suficientemente bueno como para que se pueda vivir de él, con un jefe que dirige y ordena a sus empleados, justo como en un equipo de fútbol. Esto lleva consigo el respeto al compañero que trabaja con nosotros y el respeto a la autoridad, en el caso del fútbol el entrenador.
Mirar el fútbol de una forma competitiva es también mirar la realidad que nos rodea. El mundo en el que vivimos es una competencia constante con uno mismo y contra todos los demás, en donde solo triunfan los más preparados. Y el que tiene la suerte de triunfar, ya sea por méritos propios o ajenos, debe seguir luchando para mantenerse o seguir buscando nuevas metas o en caso contrario, siempre surgirá alguien que le sustituirá. Ver la semejanza del jugador que consigue la titularidad en un equipo y deja de exigirse por creer que ya no le hace falta mejorar (total ya me alcanza para ser titular), hasta que un día llega el nuevo y lo sienta en el banquillo. En este aspecto no parece demasiado diferente el fútbol a la vida después de todo.
Quizás sea exagerado cuando se habla de categorías de fútbol 7, pero de infantil en adelante no me parece mal, opinaría que sería hasta provechoso. La disciplina, el entrenamiento, el esfuerzo, el compromiso, el compañerismo, el espíritu de equipo, el saber ganar, el saber perder, el respeto al entrenador, a los compañeros, a los rivales, al árbitro. ¿Acaso todo esto no es la base para una personalidad que a futuro puede traducirse en una actitud ante la vida que viene por delante? No se acuestan los padres pensando: ¿a que colegio lo voy a mandar? ¿Que idiomas puedo hacerle estudiar? ¿Qué experiencia le puedo contar, para transmitirle todo lo que yo (padre) no supe aprovechar a su edad? Y sin embargo lo mas importante es la actitud que tenga el niño, si pasa de todo da igual lo que le enseñen o digan.
Visto de esta manera el entrenador puede convertirse en una de las personas más influyentes en la formación del niño, y todo ello favorecido porque éste esta haciendo algo que le gusta, jugar al fútbol. El entrenador es entonces, a veces sin planteárselo, un profesor más que exige a los niños y adolescentes a ser de una determinada manera. No es mejor entrenador cuanto menos exigente sea y de la misma manera, serlo demasiado puede ser contraproducente. El entrenador también aprende de sus jugadores y sabrá cuando apretar las tuercas y cuando no.
Si un entrenador esta trabajando, muy mal hacen los padres en meterse en el medio, pues entorpeciendo su labor pueden desviar todo lo anterior. Es como ir al colegio y sentarse a su lado, o tal vez en el futuro también vaya a hablar con su jefe en el trabajo para que le de un aumento!! No significa dejar de quererlo o defenderlo, se trata de que en el fútbol también esta aprendiendo.
Entonces, tener un cierto nivel de exigencia es algo que, sin darse cuenta, lo valorarán en el futuro. Jugar en un equipo, ser parte de él, ser titular, ganar un partido, un campeonato, aprobar un curso, conseguir un trabajo, montar una empresa… Todo requiere esfuerzo y sacrificio, lo vivimos todos los días…
sábado, 1 de mayo de 2010
Fútbol feo, fútbol bonito.
El partido del Barcelona e Inter esta semana ha pasado a la historia del fútbol como una de las partidas tácticas más tremendas de la historia (de la historia que conozco). Pero por encima de todo ha abierto el debate eterno de cómo debería ser jugado el fútbol. Fútbol bonito de espectáculo o fútbol destructivo y resultadista. En el principio lo esta todo, FÚTBOL. Lo demás es cuestión de gustos y los hay tantos como personas en la tierra que amen este deporte. Es un deporte en el que se deben cumplir ciertas reglas, y dentro de éstas es en donde se puede jugar. No hay reglas ni manuales de cómo se debe jugar, pero dentro de las reglas del deporte. Y lo más importante, a la historia pasa el que gana y no el que juega bonito. En estos niveles se juega para ganar y mientras se gane lo demás es accesorio. Quien no le cambiaría al Inter jugar la final?
Mal que le pese a mucha gente, el fútbol se puede jugar como lo hizo el Inter en el Camp Nou. Y más allá de los gustos y del equipo que sea simpatizante, hay que ser objetivos y reconocer que jugar como lo hizo el equipo de Mourinho es muy difícil y que además le salga bien es todavía más difícil. Primero que nada requiere un convencimiento total por parte de los jugadores de que lo que dice el entrenador es el camino a la victoria (clasificación). Y eso en un equipo de más de 20 personas (incluidos ayudantes), es muy difícil de lograr. Cada integrante del equipo tiene que dejar de lado su idea de jugar al fútbol para jugar como su entrenador le pide. Hacer lo que se le pide y hacerlo durante todo el partido, con la concentración suficiente para no cometer errores. Cada jugador se convierte entonces en un engranaje de una máquina y no en una persona con ideas propias dentro del campo. Siguen ciegamente las instrucciones y cumplen a rajatabla lo que su entrenador les pide. Y esto sólo se puede conseguir si cada integrante del equipo cree en su entrenador. Ni 200 entrenamientos serían eficaces si la plantilla no esta convencida de que lo que el entrenador pide es la forma de alcanzar la victoria. O acaso alguien piensa que jugadores como Milito, Sneijder o Eto’o les gusta jugar como lo hicieron. Seguramente hubiesen preferido jugar diferente, pero respetaron y se comprometieron con el equipo y con las ideas de su entrenador.
Una vez la plantilla esta convencida, comprometida y unida, la concentración es la clave. Es imposible que un jugador se mantenga concentrado por sí solo durante todo un partido y más teniendo a 90 mil personas en tu contra. Es necesario que siempre halla alguien “poniéndote las pilas” cuando la situación lo requiere. Esta es la base de lo que se llama experiencia. Un jugador con experiencia detecta estos momentos y grita, ordena, manda a sus compañeros. Que decir que la experiencia esta relacionada con la edad, es algo lógico pero que muchas veces no se está dispuesto a aceptar. Los partidos importantes de clubes, de selecciones, los mundiales, las victorias, las derrotas, los compañeros y los equipos diferentes en los que se ha estado y a los que se ha enfrentado, etc., a más edad mas experiencia. Y en este partido la experiencia jugó otro papel importante. El Inter con 7 jugadores con 30 años o más a los que luego se les sumó Samuel (32), todos ellos jugadores indiscutibles en su respectivas selecciones nacionales y liderados por un admirable J. Zanetti con 37 años!! En España sería viejo hasta para una peña! Además, excepto Milito, todos ellos especialistas en labores defensivas (Córdoba, Zanetti, Samuel, Chivu, Cambiaso, Lucio y el portero Julio Cesar).
En el Barcelona también hay 7 con 30 años o más pero de ellos sólo jugaron Xavi (30), Keita (30) y Milito (30). Y de estos 3 la experiencia de Keita no se acerca ni de lejos a ninguno de los del Inter.
La clasificación del Inter fue un triunfo de un equipo que ha creído en su entrenador, comprometido y convencido de que lo que hacía era lo correcto. Todo esto apoyándose en la experiencia de su jugadores y porque no, en un poco de suerte. No se puede ser simplista y decir que jugar como el Inter es fácil, y ya me gustaría leer algún comentario de un entrenador para que opine al respecto. Los gustos son otra cosa. A mi también me gusta más el fútbol como lo juega el Barcelona pero como en la vida, hay más de una forma de salir adelante y el Inter nos ha mostrado otra.
Mal que le pese a mucha gente, el fútbol se puede jugar como lo hizo el Inter en el Camp Nou. Y más allá de los gustos y del equipo que sea simpatizante, hay que ser objetivos y reconocer que jugar como lo hizo el equipo de Mourinho es muy difícil y que además le salga bien es todavía más difícil. Primero que nada requiere un convencimiento total por parte de los jugadores de que lo que dice el entrenador es el camino a la victoria (clasificación). Y eso en un equipo de más de 20 personas (incluidos ayudantes), es muy difícil de lograr. Cada integrante del equipo tiene que dejar de lado su idea de jugar al fútbol para jugar como su entrenador le pide. Hacer lo que se le pide y hacerlo durante todo el partido, con la concentración suficiente para no cometer errores. Cada jugador se convierte entonces en un engranaje de una máquina y no en una persona con ideas propias dentro del campo. Siguen ciegamente las instrucciones y cumplen a rajatabla lo que su entrenador les pide. Y esto sólo se puede conseguir si cada integrante del equipo cree en su entrenador. Ni 200 entrenamientos serían eficaces si la plantilla no esta convencida de que lo que el entrenador pide es la forma de alcanzar la victoria. O acaso alguien piensa que jugadores como Milito, Sneijder o Eto’o les gusta jugar como lo hicieron. Seguramente hubiesen preferido jugar diferente, pero respetaron y se comprometieron con el equipo y con las ideas de su entrenador.
Una vez la plantilla esta convencida, comprometida y unida, la concentración es la clave. Es imposible que un jugador se mantenga concentrado por sí solo durante todo un partido y más teniendo a 90 mil personas en tu contra. Es necesario que siempre halla alguien “poniéndote las pilas” cuando la situación lo requiere. Esta es la base de lo que se llama experiencia. Un jugador con experiencia detecta estos momentos y grita, ordena, manda a sus compañeros. Que decir que la experiencia esta relacionada con la edad, es algo lógico pero que muchas veces no se está dispuesto a aceptar. Los partidos importantes de clubes, de selecciones, los mundiales, las victorias, las derrotas, los compañeros y los equipos diferentes en los que se ha estado y a los que se ha enfrentado, etc., a más edad mas experiencia. Y en este partido la experiencia jugó otro papel importante. El Inter con 7 jugadores con 30 años o más a los que luego se les sumó Samuel (32), todos ellos jugadores indiscutibles en su respectivas selecciones nacionales y liderados por un admirable J. Zanetti con 37 años!! En España sería viejo hasta para una peña! Además, excepto Milito, todos ellos especialistas en labores defensivas (Córdoba, Zanetti, Samuel, Chivu, Cambiaso, Lucio y el portero Julio Cesar).
En el Barcelona también hay 7 con 30 años o más pero de ellos sólo jugaron Xavi (30), Keita (30) y Milito (30). Y de estos 3 la experiencia de Keita no se acerca ni de lejos a ninguno de los del Inter.
La clasificación del Inter fue un triunfo de un equipo que ha creído en su entrenador, comprometido y convencido de que lo que hacía era lo correcto. Todo esto apoyándose en la experiencia de su jugadores y porque no, en un poco de suerte. No se puede ser simplista y decir que jugar como el Inter es fácil, y ya me gustaría leer algún comentario de un entrenador para que opine al respecto. Los gustos son otra cosa. A mi también me gusta más el fútbol como lo juega el Barcelona pero como en la vida, hay más de una forma de salir adelante y el Inter nos ha mostrado otra.
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