Quizás el título debería referirse a las desgracias de la vida, pero como el tema que trato va relacionado con el deporte, lo titulo así. Me refiero a las desgracias de las llamadas “muertes súbitas” que hace poco volvieron a golpear nuestro deporte con la muerte de un chaval de 15 años mientras jugaba al fútbol. Con esto podemos descartar aquello que mucha gente piensa, que estas cosas suceden a causa de la sobre-exigencia física a la que están sometidos los jugadores profesionales. Conocido es el caso de hace unos años en que un jugador de peñas falleció en el vestuario al terminar de jugar al fútbol, o de otro hace menos tiempo que falleció jugando en la categoría primera regional allá por el norte de España.
No parece entonces depender de la exigencia física a la que una persona se exponga y que además, hay muchos otros casos de “muerte súbita” de personas que no practican deporte y que sin embargo tienen mucha menos prensa. En este caso el practicar deporte no es condición de inmunidad ante estos sucesos, que cualquiera de nosotros puede sufrir en cualquier momento sin importar la edad. Es tan impredecible que ni los jugadores profesionales de los más grandes clubes, con los mejores médicos y todos los medios disponibles son incapaces de anticiparse. Que nos queda al resto de los mortales!!
A la vista de estas circunstancias, tenemos en La Safor (zona del sur de Valencia) una importante cantidad de practicantes de fútbol entre fútbol base y las diferentes peñas. Solo en peñas hay cerca de 800 jugadores (incluyendo las peñas de fútbol 7 y las de fútbol sala y la cifra llega a cantidades impresionantes si sumamos las diferentes categorías de fútbol base, desde prebenjamínes hasta juveniles o categorías amateurs. Si a esto le sumamos el enfervorizado público, los padres, los entrenadores, etc., la cifra se multiplica todavía mas.
Entonces me pregunté, los equipos de La Safor están tomando nota de lo que ha pasado y puede llegar a pasar? Si un desfibrilador ha salvado una vida en Salamanca hace poco tiempo, podemos dejar este tipo de cosas al azar?
Según Marcos Estruch (Coordinador), el C.F. Gandia ha formado a través de Cruz Roja a sus monitores y preparadores físicos para el uso del desfibrilador. Afortunadamente, dicha herramienta de salvar vidas esta disponible tanto en el Guillermo Olague como en el Roig de Corella. Otros clubes como el Oliva ya están haciendo los deberes y están moviéndose para tener uno en el club y seguramente todos los demás clubes son concientes de ello.
Partiendo de la base que lo preferible sería que nunca se tuviese que echar mano de estos aparatos, nunca es suficiente el dinero que se pueda invertir en salvar una vida.
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